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Albany Andara Meza | @AlbanyAndara
Foto por Liseth GonzálezA pocas horas del partido Venezuela-Argentina, todavía hay personas en los alrededores del Estadio Olímpico de la UCV a la expectativa. Buscan entradas entre los revendedores y la forma de hacerse la prueba de antígenos para poder hacerse de una silla en las gradas.
El paso interno desde la universidad hacia las taquillas del estadio se encontraba cerrado para la mañana de este 1 de septiembre, por lo que algunos jóvenes comenzaron a trepar el muro que divide ambos lugares para acortar camino. Otros prefirieron estacionar sus autos, caminar el largo trecho hasta salir del la institución y bordearla.
“Me da fastidio dar toda la vuelta”, comentó uno de los escaladores. Rubio, alto, ágil, con la bandera de Argentina en un costado de la camisa. Iba a realizarse la prueba PCR, que cuesta 25 dólares y se paga en las taquillas del estadio, en divisas o al cambio en bolívares. Ningún fanático puede entrar sin antes presentar un resultado negativo.
Las entradas se agotaron y los rezagados deambulaban buscando a revendedores. El precio inicial de los boletos oscilaba entre 25 y 50 dólares.
“De que vamos a entrar, vamos a entrar. Después de todo, es la última vez que vamos a ver a Messi”, dijo Gerald Mata, de 30 años. Miraba en todas direcciones, cazando a algún revendedor. Sin embargo, nadie parecía dispuesto a canjear su entrada.
Varios grupos se reunieron en los alrededores de las taquillas, charlando y tomándose selfies, bajo la mirada del personal de protocolo y la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
El acceso al interior del estadio estaba prohibido a las 10 am. A esa hora se realizaban los últimos preparativos para recibir a más de 6.000 espectadores que asistirán al partido entre Venezuela y Argentina, que forma parte de la clasificatoria sudamericana del Mundial de Catar 2022.
Verde y en mejor estado que el resto de la UCV, el complejo diseñado por Carlos Raúl Villanueva dará la bienvenida a la selección extranjera.
“La Federación de Fútbol ha invertido una cantidad de dinero para que la cancha esté en óptimo estado. ¿Qué tiene? Un mantenimiento diario. Hay riego, grama nueva, insumos, personal… Ahí está el resultado: es una belleza. Pero hay que entender que eso cuesta”, expresó el ingeniero Ibrahim Ledezma, director de Mantenimiento de la universidad. Se refirió a que varias de las instalaciones de la Central se encuentran en condiciones lamentables.
Aunque los fanáticos más jóvenes afirmaron no estar vacunados, no parecían en lo más mínimo preocupados por estar en un complejo lleno de miles de personas. Hasta ahora, los protocolos de bioseguridad aseguran que no habrá riesgos de contagio en un partido sumamente esperado por los entusiastas del deporte.
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A pocas horas del partido Venezuela-Argentina, todavía hay personas en los alrededores del Estadio Olímpico de la UCV a la expectativa. Buscan entradas entre los revendedores y la forma de hacerse la prueba de antígenos para poder hacerse de una silla en las gradas.
El paso interno desde la universidad hacia las taquillas del estadio se encontraba cerrado para la mañana de este 1 de septiembre, por lo que algunos jóvenes comenzaron a trepar el muro que divide ambos lugares para acortar camino. Otros prefirieron estacionar sus autos, caminar el largo trecho hasta salir del la institución y bordearla.
“Me da fastidio dar toda la vuelta”, comentó uno de los escaladores. Rubio, alto, ágil, con la bandera de Argentina en un costado de la camisa. Iba a realizarse la prueba PCR, que cuesta 25 dólares y se paga en las taquillas del estadio, en divisas o al cambio en bolívares. Ningún fanático puede entrar sin antes presentar un resultado negativo.
Las entradas se agotaron y los rezagados deambulaban buscando a revendedores. El precio inicial de los boletos oscilaba entre 25 y 50 dólares.
“De que vamos a entrar, vamos a entrar. Después de todo, es la última vez que vamos a ver a Messi”, dijo Gerald Mata, de 30 años. Miraba en todas direcciones, cazando a algún revendedor. Sin embargo, nadie parecía dispuesto a canjear su entrada.
Varios grupos se reunieron en los alrededores de las taquillas, charlando y tomándose selfies, bajo la mirada del personal de protocolo y la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
El acceso al interior del estadio estaba prohibido a las 10 am. A esa hora se realizaban los últimos preparativos para recibir a más de 6.000 espectadores que asistirán al partido entre Venezuela y Argentina, que forma parte de la clasificatoria sudamericana del Mundial de Catar 2022.
Verde y en mejor estado que el resto de la UCV, el complejo diseñado por Carlos Raúl Villanueva dará la bienvenida a la selección extranjera.
“La Federación de Fútbol ha invertido una cantidad de dinero para que la cancha esté en óptimo estado. ¿Qué tiene? Un mantenimiento diario. Hay riego, grama nueva, insumos, personal… Ahí está el resultado: es una belleza. Pero hay que entender que eso cuesta”, expresó el ingeniero Ibrahim Ledezma, director de Mantenimiento de la universidad. Se refirió a que varias de las instalaciones de la Central se encuentran en condiciones lamentables.
Aunque los fanáticos más jóvenes afirmaron no estar vacunados, no parecían en lo más mínimo preocupados por estar en un complejo lleno de miles de personas. Hasta ahora, los protocolos de bioseguridad aseguran que no habrá riesgos de contagio en un partido sumamente esperado por los entusiastas del deporte.