Eumar Esaá: En halterofilia nadie se vino con las manos vacías de Tokio
Eumar Esaá: En halterofilia nadie se vino con las manos vacías de Tokio

Ningún levantador de pesas venezolano salió de Tokio sin un galardón que mostrar. Julio Mayora y Keydomar Vallenilla lograron las medallas de plata en sus categorías, mientras Naryuri Pérez y Yusleidy Figueroa se hicieron con un diploma olímpico cada una.

Eumar Esaá, periodista deportiva especializada en ciclo olímpico, considera que como disciplina completa la que ha tenido más desarrollo es el levantamiento de pesas. “De Tokio nadie se vino con las manos vacías. Las dos mujeres ganaron diplomas y los dos hombres ganaron medalla de plata”, dijo.

Las dos medallas

La halterofilia venezolana en Tokyo 2020 dio al país las dos primeras medallas. Julio Mayora, de 24 años, quedó en segundo lugar en la competencia de 73 kg tras levantar 346 kilos. El varguense solo fue superado por el chino Shi Zhiyong, quien rompió el récord mundial de la categoría con 364 kilos.

En los 96 kg masculinos, Keydomar Vallenilla levantó 387 kilogramos y se quedó con la medalla de plata. El caraqueño alcanzó la primera posición con su último levantamiento exitoso. Sin embargo, el catarí Faris Ibrahim cargó 402 kilos en su siguiente oportunidad y se llevó el récord olímpico y la presea dorada.

Además de Mayora y Vallenilla, las pesistas Yusleidy Figueroa (categoría de 69 kg)  y Naryury Pérez (categoría de 87 kg) obtuvieron el séptimo y octavo  diploma olímpico en la historia de la  halterofilia venezolana. Figueroa quedó con el sexto lugar en su competencia, mientras Naryuri se hizo con el puesto siete.

Estos logros de Yusleidy y Naryury se suman al de Yaniuska Espinosa en Río 2016, y totalizan tres diplomas ganados por  mujeres hasta ahora.

Al menos un diploma desde Londres

El levantamiento de pesas venezolano ha conseguido al menos un diploma olímpico en cada edición desde Londres 2012.

Esaá sostiene que los logros de los halterófilos criollos “demuestran el gran nivel con el que están trabajando el levantamiento de pesas en Venezuela” y destaca los criterios unificados con los que la Federación de Levantamiento de Pesas se maneja.

“Todas las asociaciones trabajan igual. Hay una supervisión desde la cabeza. Difícilmente vas a encontrar grandes diferencias. Tú ves un medallero de un nacional de pesas en cualquier categoría y no hay ningún estado que se lleve por delante a los demás”, detalló Esaá.

La clave del éxito de esta disciplina, según Eumar Esaá, es la preparación de los entrenadores. Todos cuentan con las mismas oportunidades de ir a cursos, capacitaciones y cualquier iniciativa de formación. También tienen la responsabilidad de dirigir la selección en algún momento.

La especialista explicó que los directores técnicos de la federación rotan a los entrenadores en cada competencia para que todos asistan a los torneos y tengan contacto con ese ambiente deportivo. Sin embargo, algunos pesistas prefieren asistir a los eventos con sus propios entrenadores para buscar mejores resultados.

Contó que Keydomar Vallenilla no tuvo a su entrenador en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo, donde fue eliminado al registrar tres nulos. En el Open de Cali de este año el caraqueño logró llevarse el oro al lado de su preparador, Oswaldo Tovar.

Uno de los halterófilos venezolanos más consagrados es Julio Luna, quien participó en cuatro juegos olímpicos seguidos: Barcelona 1992, Atlanta 1996, Sidney 2000 y Atenas 2004. Este monaguense tiene en su palmarés dos diplomas ganados: uno en Sidney y otro en Atenas.

La evolución y el buen desempeño del levantamiento de pesas venezolano queda evidenciado con los logros conseguidos en Tokyo 2020.