Gran noticia para los fact-checkers del mundo. Leer verificaciones o chequeos en medios de comunicación reduce la creencia en desinformación, efecto que persiste en el tiempo, según un estudio conducido por dos universidades de Estados Unidos.
La investigación se hizo en alianza con tres medios especializados en verificación: Chequeado (Argentina), Full Fact (Reino Unido) y África Check (Nigeria y Suráfrica). Fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) el pasado 14 de septiembre.
Los líderes del proyecto, Ethan Porter (Universidad George Washington) y Thomas J. Wood (Universidad Estatal de Ohio), llevaron adelante experimentos simultáneos en cuatro países (Argentina, Nigeria, Suráfrica y Reino Unido) con el objetivo de observar si el fact-checking podía reducir las “falsas creencias” o la desinformación.
Para la evaluación se seleccionaron 22 chequeos, de los cuales dos fueron testeados en las cuatro regiones que sirvieron de muestra para los experimentos. Según el portal Full Fact, se incluyeron verificaciones sobre el COVID-19, el cambio climático y temas relacionados con economía.
El efecto de las verificaciones en los participantes se volvió a evaluar dos semanas después. También se tomaron en cuenta variables como la identificación ideológica y partidaria, aspectos demográficos y socioeconómicos (como la edad, nivel educativo, empleo, entre otros).
Un análisis hecho a partir de los resultados indicó que los chequeos redujeron la creencia en desinformación al menos 0,59 puntos en una escala de 5 puntos. La exposición a información falsa solo aumentó las creencias falsas en menos de 0,07 puntos en la misma escala.
Es decir, en promedio, las notas de fact-checking redujeron la creencia en desinformación en los distintos países evaluados (que además tienen culturas y ambientes políticos diferentes). Las personas que formaron parte del análisis retuvieron la información de los chequeos hasta semanas después de haberla leído. Los chequeos también incrementaron la creencias en verdades precisas, independientemente de la tendencia partidista (incluso a pesar lo relevante del tema desde el punto de vista político) de los participantes.
A la fecha de publicación de la investigación, existía poca evidencia sobre la efectividad global del fact-checking. Si bien hay estudios sobre el tema, la mayoría se centraban en un solo país.
Puede leer la investigación completa aquí (solo disponible en inglés).
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La investigación se hizo en alianza con tres medios especializados en verificación: Chequeado (Argentina), Full Fact (Reino Unido) y África Check (Nigeria y Suráfrica). Fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) el pasado 14 de septiembre.
Los líderes del proyecto, Ethan Porter (Universidad George Washington) y Thomas J. Wood (Universidad Estatal de Ohio), llevaron adelante experimentos simultáneos en cuatro países (Argentina, Nigeria, Suráfrica y Reino Unido) con el objetivo de observar si el fact-checking podía reducir las “falsas creencias” o la desinformación.
Para la evaluación se seleccionaron 22 chequeos, de los cuales dos fueron testeados en las cuatro regiones que sirvieron de muestra para los experimentos. Según el portal Full Fact, se incluyeron verificaciones sobre el COVID-19, el cambio climático y temas relacionados con economía.
El efecto de las verificaciones en los participantes se volvió a evaluar dos semanas después. También se tomaron en cuenta variables como la identificación ideológica y partidaria, aspectos demográficos y socioeconómicos (como la edad, nivel educativo, empleo, entre otros).
Un análisis hecho a partir de los resultados indicó que los chequeos redujeron la creencia en desinformación al menos 0,59 puntos en una escala de 5 puntos. La exposición a información falsa solo aumentó las creencias falsas en menos de 0,07 puntos en la misma escala.
Es decir, en promedio, las notas de fact-checking redujeron la creencia en desinformación en los distintos países evaluados (que además tienen culturas y ambientes políticos diferentes). Las personas que formaron parte del análisis retuvieron la información de los chequeos hasta semanas después de haberla leído. Los chequeos también incrementaron la creencias en verdades precisas, independientemente de la tendencia partidista (incluso a pesar lo relevante del tema desde el punto de vista político) de los participantes.
A la fecha de publicación de la investigación, existía poca evidencia sobre la efectividad global del fact-checking. Si bien hay estudios sobre el tema, la mayoría se centraban en un solo país.
Puede leer la investigación completa aquí (solo disponible en inglés).