Una afirmación sin base. En un pase televisivo, el gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava, afirmó que el Hospital Central de Valencia tiene la posibilidad de sustituir el convenio entre Citgo y el Gobierno italiano.

La alianza entre la Asociación para el Trasplante de Médula Ósea y Petróleos de Venezuela S.A., firmada en el año 2006 y renovada en 2016, se creó con el objetivo de que los pacientes con patologías hematológicas pudieran viajar a Europa a recibir un trasplante de médula ósea de donante no compatible.

Sin embargo, desde el año pasado este convenio se paralizó. En los últimos dos meses han muerto al menos seis niños a la espera de un trasplante de médula ósea: cuatro de ellos en Caracas y los otros dos en Bolívar y Barinas.

Pese a que el programa empezó a presentar fallas en 2015, el Gobierno de Nicolás Maduro asegura que su suspensión, producto de los 10 millones de euros en deuda con Italia, se deben a las sanciones impuestas por los Estados Unidos.

“Yo quiero decirle, presidente, que aquí en la Chet (Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera), aquí en nuestro hospital, nosotros tenemos la posibilidad de poder arrancar un programa muy muy importante que sustituya esos convenios internacionales que han sido, bueno, detonados por los gringos y por su inhumanidad en contra del pueblo venezolano”, aseguró Lacava a Maduro en cadena nacional.

Pero, ¿puede en realidad la Chet asumir los procedimientos que se enviaban a Italia en el marco del convenio con Pdvsa y sus filiales? La Unidad de Verificación de Datos y Fact-checking de Efecto Cocuyo evaluó la afirmación de Lacava y, teniendo en consideración los requisitos internacionales para realizar un trasplante de médula ósea de donante no compatible, se concluyó que esta declaración es falsa.

A continuación, mostraremos cómo se llegó a esta conclusión.

La Chet no posee la infraestructura

En Venezuela, solo dos centros realizan trasplantes medulares: el Hospital de Clínicas Caracas, en el sector privado, y la Chet, en el sistema público de salud. En toda su historia, estos dos centros han hecho trasplantes autólogos y trasplantes alogénicos de donante compatible.

Los trasplantes autólogos se diferencian de los alogénicos por el origen de las células madre. En el caso del primero, las células se extraen de la sangre periférica del mismo paciente.

En el caso de los trasplantes alogénicos de donante no relacionado, la fuente de las células progenitoras es ajena al paciente y suelen obtenerse, en un escenario ideal, de hermanos de los mismos madre y padre, pues es probable que exista mayor compatibilidad.

Sin embargo, ninguna de estas dos unidades posee la infraestructura necesaria para realizar injertos de médula ósea de donante no relacionado o no compatible. Para hacerlo, es necesario que el sistema de salud venezolano cuente con un banco de médula ósea, una base de datos que contenga registros sobre potenciales donantes en el país y su información inmunológica.

Venezuela no aparece en los registros de la Asociación Mundial de Donantes de Médula Ósea, base de datos que agrupa a los bancos de células madre de todos los países del mundo. Por el contrario, sí aparece Italia, con un total de 19 instituciones de este tipo, y otros países de la región que realizan el procedimiento, entre ellos Brasil (con ocho), Argentina (con dos) y México (con cinco).

Tener un registro de este tipo en Venezuela facilita la búsqueda de un donante compatible para el paciente.

Pese a no tenerlo, es posible hacer un trasplante de donante no relacionado porque, en esencia, el procedimiento es el mismo que se implementa en el caso de un donante relacionado. Sin embargo, esto implicaría ubicar al donador en otro país, constatar que aún tenga la voluntad de donar y traerlo a Venezuela para hacer la infusión.

Esta labor incrementa los costos del procedimiento, pues el viaje y la estadía del donante deben correr por cuenta de la familia del paciente, y también dificultan las labores de logística.

Sobre esto, amerita tener en consideración la creciente dificultad para movilizarse por vía aérea desde y hacia Venezuela tras la suspensión de los servicios de varias aerolíneas y también la movilización dentro del país, con los altos costos de los pasajes de transporte aéreo y terrestre y la escasez de combustible.

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A la ausencia de un banco de médula ósea se suma otro problema clave al momento de realizar los trasplantes alogénicos de donante no compatible: los altos costos de las pruebas de histocompatibilidad.

En la actualidad, este examen no se realiza en el sector público. Efecto Cocuyo constató que el Banco Municipal de Sangre dejó de hacer el estudio en octubre de 2017, mientras que el Instituto de Inmunología de la Universidad Central de Venezuela lo hizo hasta enero de 2018. En ambos casos, la falta de reactivos, traídos al país por el Estado, suspendió estas pruebas de laboratorio.

En el sector privado, Laboratorios Blau realiza el estudio. Efecto Cocuyo consultó el costo de la prueba para la primera semana de junio, que asciende a unos 1.400 dólares y consiste en evaluar la compatibilidad entre el paciente y el posible donante.

Ni suministro ni capacidad

La Chet no solo carece de un banco de médula ósea y de reactivos para realizar una prueba clave, sino también de cosas más básicas, como suficiente personal, medicamentos inmunosupresores, insumos y camas.

El director del Centro de Trasplante de Médula Ósea del Chet, Marcos Hernández, reconoce que, de las nueve camas con las que cuenta la unidad, solo cuatro están habilitadas debido a la escasez de personal de enfermería en el centro de salud.

En 2017, Italia llegó a trasplantar a 56 niños con leucemia en el marco del convenio, según cifras suministradas por la Asociación para el Trasplante de Médula Ósea de Italia a El Pitazo. En el lapso de una década (2008-2018), el Chet y Clínicas Caracas reportaron al Centro para la Investigación Internacional de Trasplante de Sangre y Médula Ósea (Cibmtr, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, haber realizado 50 trasplantes alogénicos entre los dos.

Denys González, madre de un paciente del J.M. de los Ríos con leucemia e indicación de trasplante medular de donante compatible, dijo a Efecto Cocuyo que en 2017 le entregaron una lista de 63 insumos —que incluye material médico-quirúrgico, medicamentos e insumos de limpieza— que debía costear para poder realizar el procedimiento.

La escasez de medicamentos inmunosupresores, que previenen que el organismo rechace el injerto, también impide que los pacientes reciban una atención médica adecuada y pone en peligro sus vidas.

Tacrolimus, Sirolimus, Prednisona, Ciclosporina y Micofenolato son medicamentos clave para la recuperación del paciente que se somete a este proceso. Sin embargo, el director de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida), Francisco Valencia, denunció que los inmunosupresores escasean en las farmacias de alto costo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales desde el año 2015.

Una demanda creciente

El hemato-oncólogo del Banco Municipal de Sangre, el doctor José Luis López, estima que Venezuela debería realizar un mínimo de 100 trasplantes por año para cubrir la demanda que existe en el país. Según sus cálculos, se necesitan unos 250 trasplantes alogénicos anualmente.

Por esta razón, considera que Venezuela debería contar con cinco unidades de trasplante, que atiendan a unos 50 pacientes en un lapso de 12 meses y realicen, en total, entre 200 y 250 procedimientos por año.

¿Es posible que el Hospital Central de Valencia haga 100 trasplantes de médula al año? #CocuyoChequea

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