Portales de noticias y redes sociales informaron que un representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que el COVID-19 “se está comportando igual que la gripe española de hace un siglo” y que millones de personas podrían morir en un rebrote de la enfermedad.

A simple vista, una afirmación como esta puede causar mucho temor. Pero es un buen punto de partida para explicar algunos conceptos útiles en tiempos de pandemia para mantenerse alerta, pero no asustarse. La Unidad de Verificación de Datos y Fact-checking de Efecto Cocuyo te lo explica.

Sí es cierto, pero con contexto

Los portales que difundieron la información citan como fuente al director adjunto de la OMS, Ranieri Guerra, quien dio una entrevista al canal italiano Rai 3. Se buscó la transmisión en el portal oficial de la Rai Italia y en la prensa italiana.

La entrevista fue replicada en diarios y portales independientes, como La Repubblica y la Agencia Anza (un conglomerado de socios y editores de los principales medios de Italia). En el programa Agorà de Rai3, Guerra respondió a una carta emitida por diez expertos italianos. En el documento publicado por el diario Il Giornale, sostienen que “se acabó la emergencia” por el coronavirus en Italia debido a que la “carga viral” es más débil y por lo tanto menos contagioso.

Al respecto, Guerra dijo que el COVID-19 “se está comportando como hipotetizamos (o esperamos)”. Efectivamente, la comparación se hizo con la gripe española: “Se redujo en el verano y se reanudó ferozmente en septiembre y octubre, causando 50 millones de muertes durante la segunda ola“. El número de decesos que menciona los dice en referencia a la gripe española, no está proyectando número de fallecidos por COVID-19.

¿Se pueden comparar ambos sucesos?

Respecto a las declaraciones de Guerra, la epidemióloga y periodista colombiana, Tania Valbuena, en entrevista para Efecto Cocuyo explicó las motivaciones que están detrás de esta afirmación. Explicó que es una manera de alertar sobre la propagación de la enfermedad, dado que la COVID-19 es más contagiosa que la gripe española.

La OMS detalla cuáles son los criterios que deben tomar en cuenta los Estados para considerar ajustes de las medidas de distanciamiento social durante la pandemia. Entre los elementos a considerar está el número reproductivo efectivo, que es un indicador de tranmisibilidad. Lo ideal es que sea menor a 1, lo que da a entender que la propagación del agente infeccioso se está controlando. También hay que tomar en cuenta la tasa de hospitalización y fatalidad y el período de incubación.

Aún con la diferencia de contextos sociales y sanitarios, sirve la comparación por los números. El número reproductivo efectivo del COVID-19 es mayor que 2 – 2,5. El período de incubación de la enfermedad es de cuatro a 14 días, la tasa de hospitalización es del 19% y la tasa de fatalidad es de alrededor del 3,4%. Una gripe de influenza tiene un número reproductivo del 1,3, el período de incubación es de uno a cuatro días, la tasa de hospitalización del 2% y la tasa de fatalidad es del 0.05 – 0.1%.

“La segunda ola es peor siempre y creo que por eso la OMS nombro a la (gripe) española, para ejemplificar lo que se puede venir si no nos cuidamos“, comentó Valbuena.

Segunda ola

La epidemióloga conversó con el director ejecutivo del programa de Emergencias en Salud de la OMS para el portal de divulgación de contenido científico, N+1. Sobre la posibilidad de una segunda oleada de la enfermedad, el representante de la institución dijo que si bien no saben qué pasará en los próximos meses, los países que quitan la protección sanitaria y medidas de prevención le dan la oportunidad al virus para rebrotar con fuerza.

“No se puede descartar que ocurra un nuevo brote. Por esto es importante que exista un plan nacional con distintas medidas sociales y de salud que mida las capacidades del sistema sanitario. Se debe tomar decisiones acertadas de manera multifacética”.

Valbuena destacó que la reactivación de actividades sin contar con capacidad para identificar al virus, personal asistencial, instalaciones, suficientes camas y otros elementos para controlar una segunda ola es un riesgo. Si las personas empiezan a juntarse, el virus tiene un ambiente ideal para correr.

Venezuela se encuentra en estado de alarma nacional desde el 13 de marzo, cuando se anunció la detección de los primeros casos. Cuatro días después, el 17 de marzo, el país entró en cuarentena. Hace un mes, el 1 de junio, la administración de Nicolás Maduro empezó a ordenar medidas de flexibilización del distanciamiento social, que incluía la reactivación de sectores económicos “no prioritarios”.

Desde la aparición de la COVID-19 en el mundo, la desinformación se ha vuelto cada vez más frecuente. Por esta razón, Cocuyo Chequea recibe solicitudes de verificación a través de su línea de WhatsApp (0412-0150022) y su correo chequea@efectococuyo.com.

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