Mortalidad acelerada: Venezuela sumó 101 nuevas muertes en 14 días
Mortalidad acelerada: Venezuela sumó 101 nuevas muertes en 14 días

Las primeras 100 muertes por COVID-19 en Venezuela se anunciaron el 15 de julio, cuando se cumplían 124 días después de los dos primeros casos anunciados el 13 de marzo de 2020.

La estadística de la mortalidad se duplicó en apenas 22 días pero con un ritmo que aumentaba progresivamente, pues 51 decesos se anunciaron en trece días y la misma cantidad en tan sólo nueve días más llegando el pasado 6 de agosto a 202 muertes. Esto significa que hasta el 19 de agosto existen 303 muertes confirmadas.

Ahora, tras el anuncio de seis muertes en la noche del 19 de agosto por parte de la Comisión Presidencial de COVID-19, se sumaron otras 101 muertes en sólo 13 días. Así pasamos a un ritmo de 4,6 muertes a 7,8 muertes por día, es decir, un aumento del 70% con respecto a las anteriores cien fallecidos.

Desde el 24 de junio cada reporte oficial ha incluido decesos, pero el diputado José Manuel Olivares, comisionado presidencial para la salud del gobierno interino de Juan Guaidó, continúa denunciando la existencia de un subregistro con datos propios en el que asegura tener nombre y apellido de cada paciente.

El 17 de agosto dijo que habría al menos el doble de muertes reportadas, específicamente 561 en lugar de las 280 anunciadas hasta entonces pero que el subregistro alcanzaba un 60% porque muchas personas estaban falleciendo en sus casas o llegaban sin signos vitales a los hospitales en los que no había pruebas serológicas (rápidas) o moleculares (PCR) para confirmar el cuadro clínico.

En el monitoreo realizado por Efecto Cocuyo, serían 64 los trabajadores de la salud fallecidos, de los cuales el gobierno de Maduro sólo admite la muerte de 13 de ellos, en este grupo se incluyen siete médicos y tres enfermeros.

Los casos más recientes son de dos doctoras y dos enfermeras fallecidas entre el 18 y el 19 de agosto: la enfermera Maricela Talavera de Santa Bárbara del Zulia murió en el Hospital Universitario de Mérida; Irene Valero, enfermera de 57 años del estado Aragua que trabajaba en el ambulatorio de Santa Rita falleció en el IVSS de San José en Maracay; la pediatra Rosa Berríos murió en la Clínica El Ávila de Chacao a los 67 años y la epidemióloga Luz Marina Farías murió en el Hospital Luis Razzetti de Barcelona, Anzoátegui. 

Tampoco está incluido en el balance de la Comisión Presidencial para el COVID-19 de la administración de Nicolás Maduro la muerte en Delta Amacuro reportada el pasado 20 de julio por la gobernadora oficialista de la entidad.

Mayoría masculina

Hay más posibilidades de contagiarse y morir siendo hombre revelan las estadísticas mundiales. Y se cumple en Venezuela, pues con 21.629 casos, los hombres representan el 58,7% de los contagios. Así mismo, de las 303 personas fallecidas, según los datos oficiales, hay 211 hombres y 77 mujeres, así como 15 personas cuyo sexo no fue especificado, diez más desde el balance de 202 muertos.

El porcentaje de masculinidad en la mortalidad se ubica en 73,3% considerando sólo los casos en los que se conoce el sexo.

Así mismo, los hombres tienen un promedio de 59,4 de edad lo que implica un aumento de seis meses con respecto al corte de 202 muertes. Entre ellos hay cuatro menores de 30 años, se ubican 15 entre los 30 y 39 años, sube a 20 entre los 40 y 49 años.

Por otra parte, se encuentran 56 casos en el grupo de las cinco décadas y otros 54 casos en los sexagenarios. De 70 a 79 se ubican 30 fallecidos y la mitad de estos entre los 80 y 91 años. Pero hay 16 hombres sin edad especificada por las autoridades.

Entre los hombres fallecidos, 47 están en Zulia, 40 en el Distrito Capital, 20 en Táchira, 19 está en Miranda, 15 en Sucre, 14 en Carabobo, 12 en Mérida, ocho en Lara, seis en Trujillo y Bolívar, cinco en Aragua, cuatro en Apure y  Falcón, tres en Guárico, dos en Anzoátegui (totalidad de las víctimas) y uno cada uno en Nueva Esparta, Cojedes y Yaracuy.

Ellas, de mayor edad

Por su parte, las mujeres que han fallecido promedian una edad de 63 años, también seis meses más que la medición anterior. La diferencia está en la distribución etaria. No hay ninguna fémina fallecida menor de 30 años, por ejemplo. Hay en cambio tres entre los 30 y 36 así como 13 entre los 40 y 49 años.

A diferencia de los hombres, la mayoría está en las mujeres entre los 70 y 79 años con 24 casos, seguidas de las sexagenarias con 21 casos, casi el doble de las 11 en la quinta década de vida. Mayores de 80 sólo cuatro casos.

Hay un solo caso de una mujer fallecida sin edad detallada.

Por estado se ubican 22 fallecidas en Zulia, 11 en Distrito Capital, ocho en Miranda, siete en Sucre, seis en Mérida, cinco en Táchira, cuatro en Vargas (donde sólo han muerto mujeres), dos en Lara, Bolívar, Aragua y Carabobo y finalmente una mujer en Nueva Esparta, Cojedes, Guárico, Falcón y Amazonas.

Letalidad y mortalidad

Si se compara el número de muertes con los casos encontrados, se obtiene la tasa de letalidad, esta se ubica apenas en 0,82%; mientras que la mortalidad, que compara los fallecidos con la población, es de 10,62  muertes por millón de personas, al considerar una población de 28,5 millones de personas, como encontró la Encovi 2019-2020.

De acuerdo con el siguiente gráfico generado por Our World In Data, Venezuela seguiría exhibiendo la tasa de letalidad más baja de Sudamérica, con 303 muertes sobre 36.868 casos tras el reporte del 19 de agosto. Sin embargo, el pasado 15 de julio, Venezuela era entonces superado por Paraguay que tenía una tasa de tan sólo 0,78%.

El diputado Olivares ha advertido que al sumar los 280 casos no reportados se duplicaba la letalidad hasta el pasado 17 de agosto. Si se suman a los 303 oficiales habría un total de 583 casos, lo que arrojaría una tasa de letalidad de 1,6%.

En ese caso, la letalidad deja de ser la más baja del continente, para ser de nuevo superada por Paraguay con 1,5% y acercándose a la de Surinam (1,7%). Vale considerar los casos de Chile, Ecuador y Perú, que han modificado sus metodologías para incluir no sólo muertes anteriores sino casos sospechosos sin prueba definitiva.

Al poner la lupa en la mortalidad y letalidad dentro de Venezuela, se encuentra que la mayor letalidad está en Guárico con 3,68%, al acumular cinco muertes en tan sólo 136 casos. Le siguen Carabobo 3,24% con 16 muertes en 494 casos y Mérida con 2,91% al reportar 22 muertes entre 757 casos detectados.

Los más bajos en letalidad son Vargas (0,19%), Apure (0,22%) y Nueva Esparta (0,26%).

Por otro lado, si se considera la mortalidad, muertes según la población, entonces el Distrito Capital exhibe la más alta del país con 25,6 muertes por millón de personas, lo que proviene de reportar 53 muertes en una población cercana a los dos millones de personas.

Le siguen Mérida (24,9) y Sucre (23,1) en muertes por millón de personas, mientras los más bajos en mortalidad son Anzoátegui (1,3), Yaracuy (3,2) y Aragua (4,1).

Zulia, el más afectado y más jóvenes

Con nueve muertes en las últimas dos semanas, el Zulia es el estado que sigue repuntando la cantidad de fallecidos con 71 decesos: 22 mujeres, 48 hombres y un fallecido sin sexo, incluido en el reporte del 11 de agosto, cuando se presentaron nueve fallecidos sin datos de edad o sexo.

El Zulia tiene ahora 23% de los fallecidos del país aunque hace dos semanas tenía 31%. Exhibe al mismo tiempo una letalidad de 1,45% de los casos reportados y 18,8 muertes por millón de personas.

Entre los fallecidos hombres en Zulia el promedio de edad es de 55,2, un aumento de 1,4 años con el corte anterior pero aún casi cinco años menos que el promedio nacional masculino y aunque se desconoce la edad de cuatro casos. De total, 27 vivían en Maracaibo, cuatro en San Francisco, dos en Cañada de Urdaneta y uno cada uno en Rosario de Perijá, Francisco Pulgar y Lagunillas; mientras que se desconoce la ubicación de 14 casos.

Se encuentran nueve comerciantes y uno informal, un trabajador de empresa petrolera, un técnico químico y uno aeronáutico, dos médicos y un “profesional de la salud”, un efectivo militar y dos funcionarios públicos. También un jubilado, un zapatero, un cocinero, así como dos obreros, un transportista de carga pesada, un educador jubilado y un pescador. Se desconoce el oficio de 23 hombres, lo que representa uno de cada tres casos.

Para las zulianas la edad promedio entre las fallecidas es de 56,2 años, casi siete años menos que el promedio nacional femenino. Por municipios, 11 eran de Maracaibo y una en cada una de estas localidades: San Francisco, Cabimas, municipio Lossada, Semprún y Mara. Seis casos no tienen ubicación de municipio. Entre los oficios se puede ubicar a cuatro comerciantes, tres amas de casa, una docente y una médica jubilada, pero se desconocen datos profesionales de 13 féminas, más de la mitad de las muertes reportadas.

Carabobo, Aragua, Apure y Mérida mayores aumentos

Para el resto de los fallecidos por entidades se encuentra Distrito Capital con 53 mientras que Miranda acumula 30 muertes y Táchira 25. Le siguiente Sucre con 22 (que duplicó las muertes), Lara diez, Bolívar con ocho (sin nuevas muertes en dos semanas).

Tanto Apure y Cojedes, que estaban libre de muertes, registraron seis y dos en los últimos 14 días.

Vale la pena notar también que Mérida y Carabobo aumentaron considerable sus muertes al pasar de seis cada una a 22 y 16 respectivamente. Mientras Aragua pasó de dos a siete, la misma cantidad que tiene Trujillo. Esto explica la bajada en la proporción de Zulia.

Falcón se mantuvo en cinco, Guárico pasó de tres a cinco, mientras que Vargas pasó de dos a cuatro muertes. Anzoátegui y Nueva Esparta también siguieron con dos y Yaracuy con una mientras se registró la primera en Amazonas.

Si se consideran sólo los catorce días, cuando el país pasó de 202 a 303 muertes, los fallecidos se repartieron de la siguiente forma: 16 muertes en Mérida, 12 en Miranda, 11 en Sucre y Distrito Capital, diez en Carabobo, nueve en Zulia, ocho en Táchira, seis en Apure, cinco en Aragua, tres en Lara, dos en Vargas, Guárico, Cojedes y Trujillo, así como una en Amazonas.

También hay tres víctimas de las que no se conoce su ubicación: el caso del 5 de julio que fue incluido a última hora por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, aunque Nicolás Maduro no la había contabilizado y del que no se tiene ningún dato, un hombre el pasado 9 de junio y otro hombre de 67 años del 20 de abril.

Sabemos menos de salud

Desde el 5 de agosto prácticamente se abandonó la entrega de datos de comoborlidad en los reportes diarios. La “comorbilidad“, también conocida como “morbilidad asociada”, es un término utilizado para describir dos o más trastornos o enfermedades que ocurren en la misma persona.

Así que en la base de datos elaborada por Efecto Cocuyo se encontró que apenas en 99 casos se especificaron detalles sobre el estado de salud previa de las personas. Esto es apenas tres personas de los últimos 101 decesos.

Así que ahora se tiene información de salud de apenas 32,7% de los casos aunque una quincena antes esto ascendía a 47,5% de los reportes pero subía hasta el 62% el 15 de julio cuando habían sólo cien fallecidos.

Con los nuevos escasos datos las personas que padecían de hipertensión arterial se mantuvieron en 51 personas, aquellas con diabetes siguen en 38. Las personas con problemas de exceso de peso pasaron de 20 a 21. Así mismo, si los fallecidos se clasifican por quienes tenían condiciones previas, 41 poseían una, incluyendo una embarazada, 22 tenían dos patologías recurrentes y 25 tenías tres o más co-morbilidades.

Sólo se ha reportado una persona fallecida sin condiciones previas de salud pero ahora se desconoce la condición de salud de 67,2% de los casos, por lo que ya no es posible hacer ninguna inferencia al respecto.

Si se consideran sólo los casos con datos sobre su condición antes de contagiarse, entonces 51,1% tenían hipertensión; 38,4% diabetes y 21,2% sobrepeso; además, 41,4% tenían una condición, 22,2% tenían dos condiciones previas y 25,3% acumulaban tres o más, con apenas 1,01% que tenía buena salud.

De acuerdo con un estudio del Instituto de Epidemiología para la Salud Pública de Italia, publicado el pasado 17 de marzo, de 355 muertes por COVID-19 de 16.925 casos confirmados sólo 1% de las muertes no tenían condiciones de base, 25% una condición, 25% dos condiciones y 48% tres o más condiciones.

Así que en Venezuela las muertes con una sola patología previa son el doble de las encontradas en Italia, pero la estadística local es poco fiable por la mayoría de casos sin detalle, incluyendo seis descritas como con “multiples patologías” el pasado 31 de julio, así como 98 no especificadas en los últimos 14 días.

 

Profesiones y oficios

Se conocen la ocupación laboral de sólo 123 casos, aunque siguen destacando los comerciantes con 31 casos . Entre el personal del sector salud que se ha oficializado, se encuentran seis médicos y una médica jubilada, un enfermero y dos enfermeras, así como dos personas descritas como “trabajador de salud”, pero también hay un administrador de un centro de salud de 56 años que vivía en Catia y un supervisor de cadenas de farmacias.

Resaltan además 14 amas de casa,ocho jubilados y pensionados, un bombero y paramédico así como tres efectivos militares. Sin embargo, el COVID-19 no hace distinción laboral porque también hay un docente, un zapatero, tres carpinteros, el gerente de un gimnasio, un empresario, dos agricultores y dos profesores universitarios.

Durante estos  catorce días se conoció la muerte del Jefe del Gobierno del Distrito Capital, Darío Vivas y el vicealmirante Luis Somoza, activo y residente en Puerto Cabello y otro militar activo en Lara, el mayor Carlos Luis Miranda, el pasado 14 de agosto.

Se duplican muertes en los 70

Sólo un niño ha fallecido en Venezuela por COVID-19. Se trataba de un infante de 3 años de Lara que tenía una válvula cardíaca e hidrocefalia. Su caso fue anunciado por la gobernadora Carmen Meléndez el pasado 1 de junio y luego oficializado por Maduro esa noche en el reporte diario de la Comisión Presidencial. Vivía en Carora, municipio Torres.

Por grupos de edades, hay 21 fallecidos entre los 26 y 39 años; 33 entre los 40 y 49 años; 68 entre los 50 y 59 años; 75 entre los 60 y 69 años y finalmente 73 entre los 70 y 91 años. En 32 casos no se precisó la edad de la persona.

Hubo un cambio considerable entre las personas de mayor edad, mayores de 70 años, brincando de 35 a 73 casos, un aumento del 108%. Durante la quincena anterior este grupo subió 46%. Aún así el promedio de edad no subió demasiado, sino sólo seis meses tanto para hombres como mujeres.

Esto es porque las personas fallecidas entre los 29 y 49 años crecieron más que las de entre 50 y 69 años.

En el resto de los grupos etarios, el crecimiento fue así: los 29 a 39 años, pasó de 15 a 21 casos; es decir, 40 % más. Entre los de 40 a 49 años pasó de 20 a 33, un 65% más, siendo el segundo grupo etario que más creció; entre los de cincuenta años se pasó de 52 a 68, 31% más y en los sexagenarios de 55 a 75, por tanto, 36% más.

Eso arroja una mortalidad menor al 1% en niños, niñas, adolescentes y menores de 26 años. Así como 7,7% entre las personas entre 26 y 39 años; del 12,2% en los que están en la edad de los 40 años; 25,1% entre los 50 y 59 años y a 27,7% para los ubicados en los 60 años y ahora 27% entre los mayores de 70 años, considerando que el 10,6% de los casos no se conocen.

Cuando Venezuela tenía 100 muertes el promedio de edad entre los fallecidos era de 60,1 años. Con 151 muertes el promedio bajó a 59,6 años y con 202 se coloca en 59,9 años, debido a que las últimas 51 muertes muestran un promedio de 60,9 años. Ahora con 303 fallecidos, el promedio subió a 60,4 años, consecuente a los seis meses que subieron tanto hombres como mujeres.

Siguen bajando muertes entre 50 y 59 años

Al llegar a los primeros 100 casos, habían sólo tres casos entre las personas más jóvenes de 29 a 39 años, cuando entonces equivalían a 3% de los casos. Esto significa que se han multiplicado por siete desde el 15 de julio. Esto coincide con el reciente anuncio de la Organización Mundial de la Salud sobre el cambio de la pandemia por parte de las personas más jóvenes.

Por otro lado, entre quienes están entre los 50 y 59 años, han pasado de 32 casos (50% de los casos con edad conocida) al llegar a las primeras 100 muertes a ser ahora sólo 25,1% cuando se han triplicado los fallecidos mientras se ve como se cumplen las previsiones entre las personas de mayor edad, al duplicarse las muertes entre las personas de más de 70 años.

Usando los datos de Italia y Reino Unido, los investigadores de esos países han observado que las muertes en menores de 29 años rondan entre 0 y 0,2%. Entre 29 y 38 años es de 0,5% de las muertes estudiadas; en los 40 ronda entre 0,8% y 1,7%;  entre los 50 y 59 años es de 2,5% mientras que entre sexagenarios 9,7%. A partir de los 70 años se acumulan 79,8% de los fallecimientos.

Una marcada diferencia con Venezuela que ha ido cambiando con las últimas semanas. Ahora la mayoría de fallecidos no están en la década de los 50 sino en los mayores de 70 años, acercándose así a la casuística global pero aún lejos. Por otro lado, con una de cada trece muertes, las personas entre 29 y 39 años muestran una mortalidad 15 veces más alta que en Italia y Reino Unido.

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