Hace dos meses eran 30 niños. Ahora son 26 los pacientes del servicio de Hematología del hospital pediátrico J.M. de los Ríos que esperan un trasplante de médula ósea.
El pasado 9 de abril, las madres de los 30 pacientes hematológicos denunciaron ante los medios de comunicación las precarias condiciones del hospital y la urgente necesidad de recibir un trasplante medular.
Cuatro niños han muerto desde entonces, todos en el mes de mayo: Giovanni Figuera (de 6 años), Robert Redondo (7), Yeiderberth Requena (8) y Erick Altuve (11). Sin la posibilidad de recibir el injerto en Italia —país con el que Venezuela sostuvo un convenio hasta el año pasado—, la única salida que da el Estado a las madres y a los niños es Cuba.
A finales de mayo, trabajadores de la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene) plantearon a las madres la alternativa de realizar el procedimiento en la isla y actualizaron los expedientes de los niños.
Hasta el año pasado, Fundavene, ente adscrito al Ministerio de Salud, se encargaba de gestionar los trámites para trasladar a los niños a Italia. Este convenio era costeado a través de Pdvsa.
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El Gobierno de Nicolás Maduro argumenta que el “criminal bloqueo” de los Estados Unidos impiden a Venezuela cancelar una deuda millonaria, que asciende a 10 millones de euros, con Italia. No obstante, este programa ya presentaba fallas desde 2015, mucho antes de las sanciones impuestas por la administración de Donald Trump.
El servicio de Hematología se ha mantenido de luto, mientras que las condiciones de salud de los otros 26 niños amenaza con empeorar. Aún así, la única respuesta que da el Gobierno de Maduro a la madres es anotarse en una lista de espera para viajar a Cuba.
A diferencia de Italia y de otros países de la región, como Brasil y Argentina, médicos del J.M. de los Ríos desconocen si en Cuba se pueden realizar trasplantes para pacientes sin donantes compatibles, que es el caso de más de la mitad de los niños del centro pediátrico.
Maduro informó en cadena nacional que la “solidaria Cuba” se ofrecía a atender y a coordinar el traslado de cuatro niños a la isla para poder realizar el procedimiento.
A dos meses de los reclamos, las deficiencias en el servicio siguen siendo las mismas: los niños no tienen acceso a transfusiones de sangre seguras ni sus medicamentos garantizados. Tampoco hay una respuesta seria y definitiva para que los pacientes hemato-oncológicos puedan curarse.
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Foto: Prepara Familia