Organizaciones internacionales con los ojos puestos en Venezuela. La Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión (Slanh) manifestaron a través de un comunicado su preocupación por la falta de tratamientos para pacientes renales y trasplantados y pidieron al Gobierno venezolano abrir un canal humanitario.

En el documento, divulgado el pasado lunes 26 de marzo, ambas organizaciones denuncian que la “grave falta de recursos” en el país evita que los pacientes trasplantados, o con lesiones renales agudas y crónicas, reciban un tratamiento adecuado.

“La falta de recursos llevó al cierre de programas de diálisis y trasplante de riñón y, junto con la enorme limitación de la disponibilidad de materiales, equipos, medicamentos y cirugías, unos 15 mil venezolanos en diálisis y 5 mil pacientes con trasplante renal están en riesgo de tener peores resultados clínicos”, alertan.

La ISN y la Slanh, por sus siglas en inglés, instan al Gobierno venezolano a reconocer el “grave problema” que atraviesan los pacientes con esta condición y urgen al Estado a restaurar todos los programas médicos para mejorar la calidad de vida y la salud de estos enfermos.

También solicita “la creación de canales humanitarios que tengan permiso para facilitar la ayuda internacional temporal para pacientes“.

“Ofrecemos nuestra experiencia y conocimiento científico para ayudar a superar el sufrimiento de los pacientes renales en Venezuela“, finaliza el comunicado de la Sociedad Internacional de Nefrología y la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión.

La situación de los personas con alguna condición renal y trasplantados se ha agravado desde noviembre del año pasado, cuando se registraron las muertes de Belkis Solórzano y Yamilexi Reyes, dos mujeres con trasplante de riñón que no pudieron tener acceso a sus tratamientos.

A principios de 2018, las fallas de insumos para las unidades de diálisis se agudizó. Hasta mediados de febrero, se contabilizaron al menos 12 muertes de pacientes renales que no pudieron dializarse por la escasez de filtros dializadores en los centros de atención.

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