Un día después de un ataque perpetrado en un restaurante turco que cobró la vida de decenas de personas, un nuevo atentado suicida perpetrado con coche bomba por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) causó hoy la muerte de otras 213 personas en la ciudad de Bagdad (Irak), la cifra fatal más elevada en un solo ataque registrada este año.

Además, hay 200 heridos. Entre las víctimas hay niños y mujeres, que realizaban sus compras de cara a la festividad musulmana del Aid al Fitr, con la que culmina el mes sagrado de Ramadán y que se celebrará dentro de pocos días.

La explosión se registró en una zona comercial del centro de la capital, en horas de la madrugada de este domingo, frente a una famosa heladería, la Yabar Abu al Sharbat en el distrito de Al Karrada, donde la población es mayoritariamente chií.

Esta heladería es la más popular y antigua de la capital iraquí y estaba muy concurrida de madrugada debido a que durante el Ramadán, y más en verano, es habitual prolongar las noches en la calle a la espera del “suhur” (última comida antes del amanecer), reseña la agencia Efe.

Este ataque provocó también graves destrozos en la avenida principal de Al Karrada, donde varias tiendas y vehículos quedaron destruidos y calcinados en esta zona comercial, blanco con anterioridad de atentados del EI.

El grupo terrorista EI asumió la autoría en un comunicado firmado por Wilayat Bagdad (Provincia de Bagdad) y difundido en las redes sociales, en el que manifiestan que su objetivo eran los chiíes.

“En el marco de las permanentes operaciones de seguridad de los soldados del califato en la ciudad de Bagdad, el hermano muyahidín (guerrero santo) Abu Maha al Iraqui logró hacer estallar su coche bomba en una concentración de renegados (chiíes)”, se indica en la nota.

En el comunicado amenazan que “con el permiso de Dios proseguirán los ataques de los muyahidines contra los renegados”.

El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi fue a Al Karrada, donde afirmó que los terroristas “después de haber sido aplastados en los campos de batalla cometen ataques con explosivos en un intento desesperado”, y prometió castigar a “las bandas terroristas que perpetraron el atentado”.

La población de Al Karrada recibió muy molesta la visita del jefe del Gobierno, porque lo culpan de no proteger a los civiles de las acciones de los extremistas. Decenas de ciudadanos lanzaron piedras y zapatos al convoy de Al Abadi e increparon al responsable al grito de “vete”. La Oficina de Información del funcionario, en un comunicado, indica que confían en que “la victoria está muy cerca“.

También de madrugada, otro coche bomba estalló en el mercado popular de Shalal, situado en la zona de Al Shaab, en el noreste de Bagdad y de población mayoritariamente chií. Este hecho causó la muerte de un civil e hirió a cinco, además de causar daños materiales en varios comercios, señaló la fuente policial consultada por Efe.

Los ataques terroristas han aumentado en los últimos meses en Bagdad, a medida que hay retrocesos en el campo de batalla de los yihadistas. El 11 de mayo de este año, el EI mató a 93 personas y dejó heridas a más de 160 en tres atentados perpetrados en dos barrios de mayoría chií y otro suní en Bagdad, y seis días después, 45 personas fallecieron en una nueva ola de ataques en la capital, mientras que el 9 de junio una veintena pereció cuando un suicida al volante de un coche bomba detonó los explosivos en el barrio de Nuevo Bagdad.

El grupo extremista está acosado en Irak en su bastión de Mosul y otras zonas del norte del país, donde las fuerzas iraquíes han lanzado una ofensiva. Los yihadistas sufrieron además un gran golpe recientemente, con su expulsión a fines de junio de la ciudad de Faluya, uno de sus principales y estratégicos baluartes, a tan solo 50 kilómetros al oeste de Bagdad.

Hace poco más de dos años, el EI proclamó un califato en los territorios bajo su control de Irak y Siria, donde llegó a dominar hasta un tercio y la mitad del territorio, respectivamente.

Tras el rezo del Ángelus, el papa Francisco condenó la “violencia cegada por el odio” que causó la muerte de al menos 28 personas en el ataque de ayer en Dacca (Bangladesh) y en el de hoy en Bagdad. Ofreció condolencias a los familiares y pidió que “recemos juntos por ellos, por los difuntos, y pidamos al Señor que convierta el corazón de los violentos cegados por el odio“, añadió.

Con información de EFE

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