La reja violentada del estacionamiento de las residencias Doral Centro y un Policía Nacional Bolivariano (PNB) herido no son los únicos recuerdos que quedaron del asedio de los cuerpos de seguridad del Estado a los vecinos, en la avenida Norte 13 de La Candelaria la noche del jueves 27 de julio.

Más adelante, hacia la avenida Panteón, un camión de basura calcinado era el centro de atención de la policía y los vecinos, quienes compartían anécdotas sobre la noche anterior, durante la mañana de este viernes, 28 de julio. Sin embargo, tenían miedo de decir qué pasó.

Según reportaron vecinos por la red social Twitter, alrededor de las 8 de la noche se construyeron barricadas. Una hora más tarde se escucharon las primeras detonaciones y se empezó a quemar un camión del aseo urbano.

@LaCandelariaCcs la pnb con presunto colectivo, debido a la vestimenta. pic.twitter.com/LAxRGaThWk

— candeactiva (@elbicholacra) 28 de julio de 2017

A partir de ahí, se registraron videos de las actuaciones de los funcionarios policiales desplegados desde la avenida Panteón. A las 10 de la noche llegaron dos vehículos de control público a la zona.

@LaCandelariaCcs tanquetas en la Candelaria disparando ! #27j #venezuela pic.twitter.com/pTw7A12Fjk

— Lalu Nonnombre (@LauritaNC) 28 de julio de 2017

Esta versión de los hechos la corroboran algunos vecinos que formaban parte del grupo congregado alrededor del vehículo calcinado. Según narran, el movimiento de personas en la calle inició entre las 7:30 y 8 de la noche. Al escuchar los disparos, se informaron sobre lo que sucedía en Twitter, apagaron las luces y se resguardaron.

Escucharon gritos, vidrios cayendo y muchas detonaciones. La situación pareció tranquilizarse a las 11 de la noche, con el paso de la lluvia. Pero minutos después, volvieron a escuchar disparos.

Un par de habitantes del sector explicó que a partir de las 9:30 de la noche vieron lo que calificaron como “vandalismo” de parte de las personas que quemaban basura y los vecinos que le “gariteaban” a los manifestantes la ubicación de los funcionarios.

Otra vecina comentó que eran muy pocas las personas que estaban en la calle y que el incendio del camión fue importante; incluso temía que llegara a su edificio. Manifestó estar preocupada por los colectivos que siempre pasan y por las protestas dado que muchos niños y ancianos viven en el sector.

Contraste en Doral Centro

Por otra parte, hacia la avenida Norte 13 en dirección a la avenida Urdaneta se cuenta una historia muy distinta. Algunos residentes del edificio Doral Centro se han juntado en la planta baja para compartir las historias de la madrugada.

Explicaron que un contingente de funcionarios no identificados con el sello de algún cuerpo de seguridad, encapuchados, forzaron el acceso principal de las residencias, entraron a la caseta de vigilancia para cortar cables y robar los equipos; violentaron las puertas de dos de las cuatro torres del conjunto residencial y dañaron las cámaras de seguridad.

Algunos residentes relataron la situación con el alivio de saber que, particularmente en sus casos, “cayeron en buenas manos”. Uno de ellos explicó que los encapuchados entraron, registraron pero “no hicieron desastre”. De hecho, cuando uno de los residentes le dijo a un funcionario que se tomara un calmante para los nervios, el vecino le respondió: “Dios te bendiga. Pero por favor, no vayas a votar por la Constituyente”.

Otro vecino señaló que en su caso los encapuchados rociaron un gas por debajo de la puerta. Servía para que las personas salieran al pasillo mientras los funcionarios ingresaban a sus casas. Además, varios vecinos denunciaron que a una señora le robaron un celular y una laptop durante la irrupción, y que una de las puertas hacia las escaleras fue forzada.

Una señora manifestó que tres personas vestidas de negro entraron a su casa. “Andamos buscando a un guarimbero“, dijo uno de ellos, a lo que la mujer respondió: “Esa palabra en mi casa no se usa”.

Muy pocos mencionaron sobre la reja violentada en el estacionamiento. De hecho, queda en segundo plano ante la impresión que causó la irrupción de funcionarios no identificados en sus residencias.

Esta sería la tercera reja que violentan los cuerpos de seguridad del Estado en La Candelaria en apenas dos semanas. Además, es el segundo edificio al que ingresan forzosamente en el sector en dos días en el contexto de las protestas antigubernamentales.

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