Cuando el núcleo familiar se separa temporalmente porque una madre, un padre o ambos deciden partir y establecerse fuera del país, y dejan a sus hijos en Venezuela mientras lo logran, lo más importante es garantizar el resguardo e de los niños, niñas y adolescentes durante el tiempo que transcurra antes de reencontrarse.

La exjuez de Protección del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes en el área metropolitana de Caracas, Sara Guardia, consideró que desde que comenzó el éxodo de venezolanos es poco común que ambos padres se vayan al mismo tiempo. Sin embargo, frente a esa situación los progenitores deben dejar al nuevo cuidador un poder para que este ejerza la representación legal del menor de edad.

La abogada, que ahora se dedica al litigio particular, indicó que esta autorización puede incluir que quien se quede como responsable de los niños en el país pueda otorgar incluso permisos de viajes a futuro. “El deber ser es que también dejen un apoderado judicial. Esto se tramita a través de una notaría”, dijo.

El poder notariado que se le deja al nuevo cuidador, en la mayoría de los casos los abuelos, les permite realizar gestiones como retirar el pasaporte del niño que sus padres hayan comenzado a tramitar, así como tomar decisiones sobre la salud del infante o su inscripción en programas que requieran la autorización de ambos padres.

Angeyeimar Gil, exconsejera de Protección del municipio Sucre, en el estado Miranda, opinó que este tipo de migración “es una solución a la crisis venezolana que impacta a los niños”, pero que no se puede responsabilizar a la familia por eso, ya que se trata de una problema estructural que los empuja a tomar esa decisión. Añadió que lo fundamental es que los hijos participen en el proceso para disminuir el riesgo de un daño emocional y que el tiempo de separación sea lo más breve posible.

La trabajadora social añadió que debe existir disposición política por parte del Estado para aplicar acciones que ayuden a revertir esas consecuencias de la crisis política, social y económica que atraviesa Venezuela.

Gil advirtió, que respecto a las autorizaciones y permisos, los conflictos pueden presentarse cuando los progenitores de un niño no se llevan bien o uno de ellos no se entera de la decisión del otro de emigrar. Señaló que hasta que trabajó en el Consejo de Protección de niños, niñas y adolescentes del municipio Sucre, en diciembre de 2017, llegaron a presentarse casos como esos, donde es necesario que un juez tome la decisión final.

Intervención de un tribunal

Carlos Trapani, coordinador general del Centro  Comunitario de Aprendizaje (Cecodap), insistió en que las responsabilidades inherentes a ser papá o ser mamá no son delegables y son irrenunciables. Añadió que ninguno de los progenitores debería irse del país “sin haber regularizado las condiciones jurídicas en las que deja al niño”.

El abogado indicó que para reguardar a los hijos, una de las opciones que estipula la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopnna) si ambos padres se van, es una medida temporal de colocación familiar bajo la modalidad de “entrega voluntaria a un tercero” a los efectos de la crianza, con autorización de un juez. Esta acción, se revierte cuando los papás se reencuentran con sus hijos.

“Pasa mucho también que uno de los padres se va de manera intempestiva y queda el otro acá. En ese caso los tribunales tienen un procedimiento que se llama ejercicio unilateral de la parentalidad, es decir donde papá o mamá en el país asume todos los actos de representación, administración y custodia”, añadió Trapani.

Reprochó que estos procedimientos no se estén llevando a cabo y señaló que tampoco se cumplen los procedimientos de salida del país de los hijos e hijas. Señaló que los permisos de viaje se utilizan como una “pseudo-autorización” para cambiar de domicilio.

El abogado insistió en que la ley es clara sobre que los permisos de viaje los otorgan los padres y puso como el ejemplo el caso de un padre que esté en Madrid y la madre en el país, el primero debe acudir al consulado de Venezuela en España para otorgar el permiso y enviar la autorización.

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