Una gigantografía desplegada en la estación Los Dos Caminos dice que el Metro de Caracas traslada 2 millones 500 mil personas diariamente. A este volumen de ciudadanos no se le garantiza la seguridad, pues son muy pocos los funcionarios en las estaciones y las casetas de información se quedan sin personal frecuentemente.

Los operadores de distintas estaciones así lo denunciaron y Efecto Cocuyo lo constató: la presencia de funcionarios de seguridad del Estado es prácticamente inexistente en las 22 estaciones de la línea 1, a pesar del plan de seguridad que anunció el Ministerio del Interior, Justicia y Paz en enero de este año.

Aunque este plan contemplaba el despliegue de 1.100 funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en todas las estaciones del sistema, durante un par de recorridos realizados por Efecto Cocuyo los días lunes 18 y martes 19 de septiembre, se evidenció la escasa presencia de uniformados en las instalaciones.

La ausencia de los funcionarios no se registra solo dentro de las estaciones. También brillan por su ausencia en las puertas del sistema e incluso en los módulos policiales cercanos a las estaciones del Metro.

En las inmediaciones de la estación Petare existe un módulo de la Policía del municipio Sucre y un módulo de la GNB. A las 6:00 de la tarde del lunes 18 de septiembre, solo se divisó un funcionario en el primer módulo y cuatro en el segundo.

Frente a la estación Los Cortijos hay otro módulo de Polisucre. Sin embargo, ningún funcionario vigilaba los alrededores de la estación a las 7:00 de la noche.

La escena se repite en casi todas las estaciones de la línea principal del subterráneo. Durante el recorrido del martes 19 de septiembre, entre las 11:45 am y las 5:00 pm, Efecto Cocuyo solo vio funcionarios en las estaciones Chacao (5 PNB), Chacaíto (1 PNB), Plaza Venezuela (5 PNB) y La Hoyada (4 GNB y 3 Policaracas).

Este es un problema de vieja data que las autoridades han prometido resolver, pero que aún afecta a quienes a diario utilizan el sistema de transporte masivo. En julio de 2015, Efecto Cocuyo realizó el mismo recorrido y los resultados, entonces, fueron muy similares.

Operadores anónimos

“Aquí no tenemos funcionarios de seguridad, hermano. Ni policías ni guardias nacionales”, dice un trabajador en la estación Palo Verde, mientras levanta ligeramente los hombros en un breve gesto de resignación.

“Sí vale, por ahí están los funcionarios de la PNB. Si pasa algo los llamamos y ellos responden. Ese es el procedimiento”, comenta un operador en la estación La California.

El “hurto con destreza” es el delito que más denuncian los usuarios del sistema, informa otro operador en Plaza Venezuela, quien explica que también existen grupos delictivos que generan “situaciones caóticas” en las escaleras, andenes y transferencias con el propósito de robar a los usuarios.

“Estas situaciones caóticas se reportan bastante; son generadas por grupos de siete u ocho personas, y lo peor es que entre esos grupos delictivos participan niños, abuelos y hasta mujeres embarazadas”, explicó.

No estamos autorizados para darte esa información. Tienes que pedir una autorización en La Hoyada“, responde un trabajador en Bellas Artes, a quién se le preguntó si contaban con el apoyo de cuerpos de seguridad.

En Parque Carabobo, otro operador cuenta que “los funcionarios de seguridad sí se acercan cuando los llamamos, pero no son tres robos los que se registran allá abajo, son muchos, no se dan abasto”.

“Solo contamos con nosotros mismos, no contamos con más nadie. Aquí roban a alguien ahorita y lamentablemente no podemos hacer nada. ¿Tú ves a algún policía por ahí? No ves a nadie”, dice un operador en Colegio de Ingenieros.

Ausencia de la Guardia Patrimonial

El sistema Metro cuenta con la Guardia Patrimonial, un cuerpo cuya responsabilidad es velar por la seguridad del personal del sistema y de los usuarios del mismo. Algunos operadores aseguraron que estos funcionarios permanentemente se están moviendo por las distintas estaciones para brindarles apoyo, otros denunciaron su inoperatividad.

“La Guardia Patrimonial nunca viene por aquí”, afirmó una operadora de Caño Amarillo; esta estación es una de las más solitarias del sistema.

“Sí, vale. Los de la Guardia Patrimonial andan por ahí. Ellos siempre vienen”, comentó en contraste otro operador en la estación Plaza Sucre.

Durante el recorrido, Efecto Cocuyo observó a algunos de estos guardias patrimoniales solo en la estación La Hoyada, donde funciona la Gerencia de Protección y Seguridad del Metro de Caracas. En esta estación se evidenciaron funcionarios vigilando el área de trenes y la zona de los torniquetes.

Ocho casetas sin operadores

Otra irregularidad registrada fue la existencia de casetas de información que se quedan vacías durante la jornada diurna. En algunos casos apagan las luces y colocan un aviso de “cerrado” en las ventanillas. En otros casos, los usuarios se encuentran taquillas con luces encendidas, pero sin avisos ni personal.

Durante el recorrido, se constató esta realidad en las estaciones Petare, La California, Los Cortijos, Parque Carabobo, Capitolio, Agua Salud, Gato Negro y Pérez Bonalde.

La falta de operadores en dichas casetas deja a los usuarios de las mismas sin ningún funcionario que pudiera atenderlos en caso de una emergencia. Además, las puertas y torniquetes quedan liberados totalmente, sin que exista ningún control sobre quienes entran ingresan al sistema.

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