Eran las 4:20 pm hora local cuando el presidente Barack Obama arribó al aeropuerto José Martí, en la Habana, Cuba. 88 años habían pasado desde la última vez que un mandatario norteamericano visitara la isla. La última vez le tocó a John Calvin Coolidge Jr., el trigésimo presidente de los Estados Unidos, quien dio el paso a la capital. Catorce presidentes después y muchos años, otro jefe de Estado volvería a la Antilla Mayor, esta vez para conversar con uno de los hermanos Castro.
Con nubes, lluvia, paraguas y flores fue recibido Obama en la nación caribeña. Por casi 90 años tampoco aterrizaba un Air Force One en la pista del aeropuerto internacional. A las 4:34 pm, junto con su esposa Michelle Obama, su suegra y sus hijas, Malia y Sasha, el primer presidente negro de los EEUU pisó suelo cubano.
Una limosina Cadillac, con una bandera cubana ondeando en un frente y una americana ondeando en el otro recogió a la familia presidencial en la pista.
Hasta el martes está fijada su permanencia en la isla. Según la agenda política, este domingo el Presidente se reunirá primero con representantes de la embajada americana en Cuba y luego dará un paseo con su familia por La Habana Vieja. También se prevé que se reúna con representantes de la iglesia católica.
El lunes 21 de marzo, Obama celebrará una reunión con Raúl Castro en el Palacio de la Revolución, luego de visitar el monumento José Martí. Ese mismo día también dará un discurso a todo el pueblo cubano desde el Gran Teatro de La Habana, con un aforo de 1.500 personas.
Su último día en la isla, el martes 22, cerrará la visita con un partido amistoso de béisbol entre los Tampa Bay Rays, de Florida, y la selección nacional cubana. Durante su estadía, Obama también se reunirá con el sector privado y los disidentes del gobierno de los Castro. Tras culminar su visita, viajará a Argentina.
De acuerdo con analistas políticos, la visita de Obama a Cuba representa apenas uno de los primeros pasos para levantar el embargo a la isla. Ya Raúl Castro y su homólogo estadounidense se habían visto cara a cara en 2015: primero en la VII Cumbre de las Américas celebrada en Panamá y después en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York.