Adobar los alimentos con ajo se ha convertido casi en un lujo en la ciudad capital. Los comerciantes en Caracas ofrecen el kilo de la especia hasta en Bs. 200.000, lo que supera por Bs. 22.492 el sueldo mínimo mensual estipulado por el presidente Nicolás Maduro en Bs. 177.507 desde el pasado 1 de noviembre.

Dueños y encargados de establecimientos que ofrecen ajo en tres mercados de Caracas informaron a Efecto Cocuyo este fin de semana que debido a los precios, ha menguado la venta del producto, así como de los vegetales y las hortalizas que también comercializan.

Todas las semanas sube el precio del kilo de ajo

Alberto Rodríguez, encargado de un comercio en el Mercado de Chacao, aseguró que en el establecimiento se vendían 30 kilos de ajo semanales hace cinco meses, mientras que para esta fecha sus ventas cayeron hasta casi la mitad: 18 kilos a la semana. “Los precios asustan a las personas” expresó quien lo ofrece a Bs. 200.000 por kilo.

Alfredo De Sousa, dueño de un establecimiento de vegetales y hortalizas en el Mercado de Quinta Crespo, destacó que el kilo de ajo viene aumentando desde hace varios meses, siendo noviembre el mes en que se dispararon con más fuerza los precios.

“Se pusieron demasiado caros, no es rentable venderlos a los precios a los que están, por eso, prefiero comprar un kilo, picarlo y vender cuatro cabezas en Bs. 14.000”, explicó el comerciante, cuyas ventas han caído en todos los productos que comercializa. El ajo en ese mercado cuesta entre Bs. 130.000 y Bs. 160.000.

El empleado de un puesto que comercializa ajo en el mercado Guaicaipuro señaló que hace dos meses se vendía la especia en Bs. 12.500. “Desde hace un par de meses el precio del ajo empezó a subir todos los días. Si los proveedores pasaban tres veces a la semana, las tres veces anunciaban nuevos precios”, aseguró.

En ese comercio, como en todos los que venden este mismo producto en el mercado, se vende el kilo a Bs. 117.000, luego que la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) los fiscalizara y obligara a vender con descuentos de 10%, 15% y 20%, según el rubro.

“Le estoy ganando solo el 10% a lo que vendo. Con eso a penas alcanzar para cubrir los costos más mínimos”, expresó el comerciante.

En los campos sufren por falta de fertilizante

“Los precios se han incrementado porque es poca la oferta. Hay muy pocos productores para cubrir la demanda, por lo que quienes traen ajo a Caracas lo venden a estos precios”, explicó el dueño de un establecimiento en el mismo mercado, Manuel Dos Santos.

Según lo que le han dicho sus proveedores, quienes siembran ajo tienen problemas para adquirir fertilizante, lo que pone en riesgo las cosechas de la especia, que necesita de un cuidado especial para ser producido. “No quieren perder el corte, por eso muchos dejaron de sembrar”.

Según el entrevistado, no solo la poca oferta y la alta demanda explican los precios. El transporte desde los campos hasta la ciudad eleva el valor del producto. “Un flete está cobrando Bs. 40.000.000 por viaje”, informó el hombre,quien tiene desde 1980 en el negocio de los vegetales y las hortalizas.

“De broma compro una cabecita de ajo”

Las personas entrevistadas por Efecto Cocuyo durante el recorrido afirmaron que los altos precios de los alimentos los obligaron a cambiar sus hábitos de consumo y a buscar en diferentes sitios sus alimentos, hasta encontrar el valor más accesible. Sus sueldos son insuficientes ante los constantes incrementos de los productos, incluyendo el ajo.

Alexander Sánchez, quien compra sus alimentos en el mercado  Guaicaipuro, dijo que hasta hace un par de meses compraba tres dientes de la especie a la semana, pero para la fecha, “de broma compró una cabecita de ajo, el precio está por las nubes”.

En el mercado municipal de Chacao, Clara Acosta aseguró que hasta hace dos meses compraba medio kilo de ajo mensual, pero debido a los precios, redujo su consumo hasta 100 gramos en el mismo periodo de tiempo. “El ajo está incomprable”.

Otro consumidor, pero en el mercado de Quinta Crespo, dijo que tendrá que adaptarse a los precios, pero que buscará comprar el ajo, así como otros alimentos, en puestos de la calle, porque considera que en el mercado venden mucho más caro que en los comercios informales. “Aquí la cebolla, por ejemplo, quieren vendértela a Bs. 45.000”.

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