Jesús Pérez tiene 11 años y hace un año le diagnosticaron hidrocefalia y un tumor en el tallo cerebral. Él y su mamá son de Sabaneta de Barinas, tierra natal del fallecido presidente Hugo Chávez, y deben viajar hasta Caracas cada 21 días para que Jesús reciba su quimioterapia, porque en su ciudad “no hay ni un Atamel”.

Llegaron a la capital en la mañana de este lunes para que el pequeño recibiera su tratamiento, pero no pudo porque en el Hospital de Niños JM de los Ríos no hay Neupogen. “Se le atrasó el tratamiento quién sabe para cuándo“, dijo Sandra, su madre.

Recipes de Jesús Amaya
Recipes de Jesús Amaya, donde se le receta el Neupogen que no consigue

“Uno no sabe qué hacer”, comentó la madre. “No tenemos los recursos para comprar las cosas”. El pequeño ratificó esta afirmación: nosotros no tenemos casi. Mi mamá trabaja lo que puede y yo trato de ayudarla, hago lo posible para estar bien y sigo luchando para ayudar a mi mamá a buscar mis medicinas. Mi mamá ha luchado todo para dármelo a mí.

La mamá, entre lágrimas, admitió que la situación la desespera por no poder obtener los medicamentos de su niño. “Lo que él tiene yo quisiera curarlo. Si pudiera curarlo en casa lo haría, pero son cosas que se le escapan de las manos a uno”.

Moisés Gil es padre de un niño de siete años con un osteosarcoma en el fémur, es decir, un tipo de cáncer óseo. La mala situación de los hospitales de su natal Cumaná hizo que decidiera tratar a su niño en Caracas. Estando en la capital, ha tenido que sufrir la escasez de insumos que y fármacos para pacientes oncológicos, por lo que ha intentado llevar un registro de lo que está pasando.

Se unió a varios padres del centro de salud para documentar las principales carencias. Hasta este lunes 6 de junio llevaban una lista de 30 niños que carecen de algún tipo de insumo o medicina para poder realizar su tratamiento a cabalidad. 

La lista de medicamentos es larga: necesitan Neupogen, Dextrosa, Eritropoyetina, Leucovorina, Avastin, Cardioxane, Prednisona, Dexametasona, Uromitexan, Temozolomida, Temodal, Vincristina y Ciclofosfamida, todos fármacos oncológicos.

En cuanto a insumos, los kits de colostomía y los filtros 0.22 tampoco se consiguen en el hospital, según estos padres.

Gil estaba acompañado de la señora Istúriz, mamá de un niño con neurofibromatosis tipo 1, una enfermedad que afecta principalmente al desarrollo y crecimiento de los tejidos de las células neurales, y necesitaba recibir ciclos de quimioterapia semanalmente. La semana pasada Rafael, su pequeño, no lo pudo conseguir porque no había Dextrosa. Hoy recibió su tratamiento porque un tercero donó las ampollas necesarias.

“El hospital no tiene los insumos. Es una situación bien desesperante, necesitamos que las autoridades se aboquen a las necesidades de nuestros hijos. Si hay dinero para hacer marchas todos los días, tiene que haber dinero para las necesidades más básicas de nuestros hijos”, dijo Istúriz.

En un encuentro realizado este mismo lunes con Earle Siso, director de salud del Distrito Capital, este aseguró que en una visita anterior le notificaron que el área de oncología no tenía las condiciones necesarias para tratar a pacientes, y que bajo su mandato se le puso aire acondicionado a la sala de quimioterapias.

El doctor Pereira, jefe del servicio, le concedió a Siso que en efecto el problema del aire acondicionado se había resuelto, “pero el problema es que ahora tengo 25 pacientes sin quimioterapia y está el aire y los sillones vacíos porque no tengo medicamentos para cumplir, en el mismo sitio donde ahora tengo aire acondicionado”.

Siso hizo énfasis en que los medicamentos oncológicos son dados de forma gratuita “y en ninguna parte del mundo es así”, y que tratará de solucionar esta denuncia y espera tener respuesta en las próximas 48 horas.

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