La noche en la que el Gobierno y la oposición se vieron las caras por segunda vez en la mesa de diálogo fue una más para los empleados del Hotel Meliá. Acostumbrados a ver despliegues de seguridad que incluyen detectores de metales en las puertas, custodia policial y de inteligencia y hasta la colocación de largas y espesas cortinas en las ventanas para bloquear la visibilidad –como afirmaron algunos-, estos trabajadores la definieron como una noche discreta.

Los cuatro funcionarios de Casa Militar que estaban dispersos en el lobby del hotel caraqueño hacían un esfuerzo por pasar desapercibidos vestidos de civil, con camisas de tela manga larga y pantalones y zapatos oscuros. Solo un pequeño broche con la forma del escudo nacional diferenciaba a algunos.

El refuerzo de seguridad se notaba más puertas afuera.

La presencia de casa militar generó rumores, iniciada la tarde de este viernes 11 de noviembre, que afirmaban que el presidente Nicolás Maduro participaría en este segundo encuentro. Pero el jefe de Estado nunca llegó.

La espera de la prensa se hacía apacible con el sonido de las teclas del piano que seguían las notas de Balada para Adelina o Love Story en el vestíbulo hasta que los políticos comenzaron a subir por los ascensores hacia el salón Río Manzanares.

Para este encuentro no hubo sorpresas con el sitio. El día anterior se reveló que sería en este hotel donde las partes se encontrarían nuevamente. Aunque sí hubo un invitado “sorpresa”: el gobernador de Aragua, Tareck El Aissami, quien apareció sin avisar -o al menos eso dijo el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, Jesús Chúo Torrealba-, para integrarse a la plenaria de negociación.

Esta vez, los mediadores tampoco esperaron que cantaran los gallos para declarar, y no hubo comunicado final. Aunque monseñor Claudio María Celli y Ernesto Samper utilizaron las palabras “milagro” y “exitoso” para definir el encuentro, a la medianoche no se había “pulido” el segundo documento que será leído este 12 de noviembre.

Tras el anuncio, algunos políticos se quedaron mientras la prensa se retiraba del lobby. Una de las reuniones integraban al gobernador de Lara, Henri Falcón, al segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional, Simón Calzadilla, y al diputado Manuel Teixeira.

Falcón solo dijo a los pocos medios que quedaban que se había “avanzado mucho” con la definición de acuerdos concretos, pero pidió esperar unas horas más para conocerlos este sábado.

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