Mientras niños de las residencias de Palo Verde jugaban en los estacionamientos, comenzaron a llegar avisos de alerta: pitos, cacerolas y mensajes de texto de los vecinos encendieron las alarmas. Las tanquetas negras se acercaban.

Las detonaciones cada vez se escuchaban más cerca. Los niños fueron recogidos. Las familias se resguardaron en sus apartamentos.

En la parte baja de Palo Verde, zona ubicada en el municipio Sucre, del área metropolitana de Caracas,  la situación comenzó a complicarse ya entradas las 6:00 de la tarde del miércoles 26 de julio, primer día del paro cívico.

Aunque las calles permanecieron cerradas durante el primer día de paro cívico, los vecinos reportan que hubo calma durante el día. Al comenzar la tarde, las tanquetas del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas), de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), aparecieron “arremetiendo a diestra y siniestra”, comenta una vecina.

“Estábamos abajo pero decidimos subir por seguridad. Me dio miedo, sobre todo por los niños. Ellos se asustaron mucho. Nos sentamos los tres juntos sin saber qué hacer”, explica una de las vecinas de Palo Verde, quien tiene dos hijos de 9 años.

Los golpes que las tanquetas propinaban contra los portones de las residencias llegaban hasta los apartamentos. “Aunque fue rápido fue desesperante. Cada vez estamos mas hundidos. No vemos salida”, reflexiona esta vecina.

Aunque a las 11:00 de la noche ya una tensa calma había vuelto al sector, hoy, jueves 27, esta vecina, que debe ir a trabajar a pesar de la convocatoria a paro cívico, ha decidido enviar a sus pequeños a casa de un familiar fuera de Palo Verde.

En un recorrido de Efecto Cocuyo la mañana de este 27 de julio se pudo notar rejas destruidas que vecinos atribuyen a la acción del Conas  en la principal de Palo Verde, la calle 2 sur y en la calle 4 de Palo Verde. En estas dos últimas calles la acción violenta fue pasadas las 8 de la noche.

</div>