Sorpresivamente, Ecuador y Bolivia –aliados naturales de Venezuela- no votaron en contra de la convocatoria de una reunión de cancilleres en la Organización de Estados Americanos (OEA) para tratar la crisis social y económica del país sudamericano, este 15 de mayo.

Las delegaciones de estos países optaron por abstenerse y la reunión finalmente fue aprobada con 18 votos a favor.

Esta acción contradice la postura que ha mantenido especialmente Bolivia –Estado miembro que actualmente preside el Consejo Permanente de la OEA– y revela que el Gobierno boliviano busca asumir una posición cautelosa frente a la agudización de la violación de derechos humanos en Venezuela, opina el internacionalista y profesor universitario Félix Arellano.

“Lo más lógico era que Bolivia votara en contra, sobre todo porque ha tenido una actitud muy agresiva para tratar de boicotear la votación contra Venezuela. Por eso sorprende. Ecuador sí ha tenido un tono menos beligerante, su abstención puede estar asociada a que el nuevo presidente (Lenín Moreno) quiere enviar una señal de que es más dialogante que Rafael Correa”, señaló.

Subrayó que las abstenciones pueden presionar para que, en la próxima reunión de cancilleres, pautada para el 31 de mayo, se concreten medidas como la creación de un grupo de amigos –delegación de países miembros- que evalúen el caso venezolano.

El abogado y analista internacional Daniel Merchán añadió que el nuevo Gobierno ecuatoriano “no quiere entorpecer la gestión que apenas inicia”, lo que puede explicar la abstención de la delegación diplomática en la plenaria.

Ecuador y Bolivia no fueron las únicas sorpresas. Costa Rica, país que ha promovido el debate sobre el caso venezolano en el organismo internacional, también optó por la abstención. “Se abstuvo con el argumento de que su canciller no iba a poder asistir en la fecha propuesta, pero cuando un canciller no puede acudir, se envía otro representante diplomático equivalente como un embajador”, aclaró Arellano y advirtió que “la OEA no hace magia”, además de valorar como positiva la gestión del secretario general Luis Almagro.

Merchán prevé que surjan posiciones “más frontales” en las relaciones bilaterales como ocurrió con el Gobierno de Perú que decidió retirar su embajador en Venezuela, paso previo para la ruptura de relaciones diplomáticas.

El también profesor universitario alertó que el retiro de Venezuela de la OEA “le resta posibilidades de desarrollo económico al país, pues no se puede formar parte del Banco Interamericano de Desarrollo si no se está en la OEA”, concluyó.

Foto: Cancillería de Bolivia

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