La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, anunció la reubicación de 750 centros de votación en “zonas de alteración de orden público”y la habilitación de centros de contingencia” para que todas las personas voten en paz en el proceso Constituyente del próximo 30 de julio”. Sin embargo, una cosa preocupa a los expertos: las medidas calificadas por el mismo CNE como “insuales” incrementan el riesgo de que se viole el principio de “un elector, un voto”.

Lucena indicó durante una alocución transmitida el jueves 19 de julio que las medidas fueron acordadas por el CNE, el Consejo de Defensa de la Nación, la Defensoría del Pueblo y el Tribunal Supremo de Justicia. También advirtió que el Ministerio Público, órgano con el que trabajaba el ente electoral en procesos pasados, no tuvo ninguna participación en el diseño de las medidas de seguridad.

Para Félix Arroyo, ingeniero y consultor de procesos electorales, las medidas anunciadas por Lucena “están afectando la forma de votar que se había hecho en el país hasta ahora”. Una de las medidas que informó la presidenta del Poder Electoral fue que “un elector que vote en zonas de alteración de orden, podrá sufragar en otro centro del municipio donde está inscrito”.

Sobre esto, el especialista advirtió que el CNE debería duplicar el registro de electores reubicados en los centros de votación, colocar cuadernos en blanco y que los votantes utilicen las máquinas de sus centros originales. De lo contrario, incrementa el riesgo de que las personas voten dos veces

El director del Observatorio Electoral Venezolano (OEV), Luis Lander, indicó que es posible que las máquinas habilitadas por el CNE estén debidamente conectadas con las bases de datos y detecten si un elector intenta votar más de una vez. Sin embargo, aseguró que el máximo ente electoral no se ha ganado la confianza de toda la población.

“El CNE siempre ha concentrado las elecciones por mesa debido al problema de la congestión de información que se produce. Si una persona no vota en su misma mesa, lo rechaza”, dijo sobre la realización de procesos electorales anteriores.

El director del OEV también recordó que Lucena dijo que no se implementará la tinta indeleble para las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente y que será utilizado únicamente el sistema de captahuellas porque es suficiente para garantizar el principio de “un elector, un voto”.

“No va a haber un rastro físico para saber si una persona ya participó en el proceso. Tendremos que confiar en que la plataforma del CNE está debidamente programada para que un elector no pueda votar en dos centros distintos; pero el órgano electoral no se ha ganado esa confianza”, advirtió Lander.

Ambos especialistas consultados por Efecto Cocuyo alertaron que únicamente funcionarios del CNE verificaron el diseño de la plataforma y que no se permitió a ningún agente externo hacer auditorías para evaluar el funcionamiento del sistema.

Arroyo denunció que las elecciones a la Constituyente no son como ningunas otras que se hayan realizado en el país y que el proceso se asemeja más a unas primarias del partido de Gobierno. “Aquí no hay dos opciones que se enfrenten. Como no va haber testigos detractores al Gobierno, nadie va a poder asegurar que los resultado fueron inflados o no. Al final va a decir lo que quiera y nadie va a poder decir que no porque ellos son los únicos que están participando. Aquí no importa si hay transparencia o no, el Gobierno ya ganó esa elección“, advirtió Arroyo.

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