La tensión dominaba el hemiciclo. El secretario del Parlamento, José Luis Cartaya, escuchaba a un interlocutor por su celular mientras caminaba hacia la curul del jefe de fracción de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) Stalin González.

El representante de Un Nuevo Tiempo estaba reunido, a su vez, con los diputados Edgar Zambrano, Winston Flores, Jorge Millán y Manuel Teixeira, este último integrante de la comisión que viajará a República Dominicana a negociar con el Gobierno.

La votación del Acuerdo de la Consulta Nacional para el Rescate de los Derechos a través de un Proceso de Negociación mantenía ocupados a los parlamentarios, en plena sesión, minutos antes de que se discutiera el documento.

Mariela Magallanes subió a la tribuna de oradores y pidió al secretario leer el acuerdo que establece: 1.- Apoyar el proceso de negociación en República Dominicana, 2.- Hacer llegar el informe elaborado por la comisión especial parlamentaria sobre la consulta a los sectores de la sociedad civil y 3.- Dar publicidad a las propuestas de los diferentes sectores.

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“La gente confía en que los diputados no van a ir a negociar ni sus derechos, ni sus principios y mucho menos su dignidad (…)”, manifestó la parlamentaria.

Un grupo de estudiantes interrumpió su discurso con pitos, reclamos y el eslogan: “¡El diálogo es traición!”, a lo que Magallanes respondió: “Ustedes son el futuro de los venezolanos y por ustedes tenemos que hacer el esfuerzo del diálogo”, sentenció.

“La diputada no ha concluido su derecho de palabra, por favor”, intervino la segunda vicepresidenta de la AN, Dennis Fernández, quien dirigió la sesión ante la ausencia del presidente del Parlamento Julio Borges.

Las tensiones llegaron al clímax cuando Magallanes pidió que la aprobación del acuerdo se hiciera por votación nominal “porque es necesaria una verdadera unidad para iniciar el proceso de negociación”, argumentó.

Mientras Cartaya nombraba a los diputados uno por uno para que votaran, el integrante de la fracción 16 de Julio Juan Pablo García pedía a destiempo la verificación del quorum, mientras el diputado Miguel Pizarro intentaba devolverlo a su curul.

Omar González, integrante también de la bancada 16 de Julio, vigilaba el registro de los votos a favor y en contra.

El caos dominó por segundos el salón de sesiones. Pocos eran los que se mantenían en sus curules y el personal de seguridad advertía a los jóvenes manifestantes que los desalojarían si interrumpían una vez más la sesión.

El acuerdo fue aprobado con 82 votos a favor y 3 en contra y enfrentó a las fracciones opositoras dentro de la AN: 16 de Julio y Mesa de la Unidad Democrática.

El parlamentario Tomás Guanipa vociferó, visiblemente irritado, “¡el chavismo ya se fue del Parlamento!”, por el impase y el jefe de fracción de la MUD Stalin González declaró a los medios: “Respeto y comprendo a los que no están de acuerdo con el proceso. Yo soy el primer crítico y por eso participé en el proceso, pero es muy fácil tomar la decisión de no estar de acuerdo y sabotear. Para nosotros el objetivo es el cambio de Gobierno por la vía pacífica y electoral y ellos en algún momento serán nuestros aliados también”, expresó.

“Si nuestra posición incomoda seguiremos incomodando”, sentenció el presidente de la fracción 16 de Julio, Richard Blanco.

El dirigente de Alianza Bravo Pueblo aseveró que no había quorum para aprobar el acuerdo y por eso solicitaron la verificación de la mayoría reglamentaria, petición que fue rechazada.

Añadió que se le negó el derecho de palabra al diputado Biaggio Pilieri, que el acuerdo fue aprobado sin que se discutiera primero el informe hecho por la comisión, en el que se expresan posturas contrarias al diálogo de la sociedad civil y que son seis votos en contra y no tres como reflejó secretaria.

Sin embargo, dentro de la cámara el político no manifestó un no rotundo. Solo se limitó a levantar la mano durante la votación.

Juan Pablo García remató acusando a la MUD de utilizar prácticas parlamentarias similares a las del oficialismo.

Una fuente de secretaria respondió que fueron contados solo tres votos en contra porque los otros tres pertenecen a diputados suplentes cuyos principales estaban presentes en la cámara al momento de la votación y el reglamento de Interior y Debate establece que los diputados principales deben solicitar la incorporación de sus suplentes para que puedan participar en la sesión.

Desde secretaría también afirmaron que el derecho de palabra no correspondía a Biaggio Pilieri sino al integrante de la comisión que elaboró el informe sobre el diálogo: Edwin Luzardo y que este nunca solicitó el derecho de palabra.

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