Este miércoles 6 de abril se debatía en segunda discusión el proyecto bandera de la Mesa de la Unidad Democrática: la ley que otorga titularidad a los beneficiarios de la Misión Vivienda Venezuela y otros programas habitacionales públicos.

Los primeros en llegar fueron los de la oposición, quienes sortearon a los grupos oficialistas que estaban afuera rechazando la aprobación del texto. Aunque casi cinco horas después el panorama era diferente; al menos 31 diputados opositores habían abandonado el hemiciclo y el Psuv, que estaba casi en pleno, se retiró para romper el quórum y así obligar a posponer la sesión.

Temprano, la tolda roja ya se había propuesto, de una u otra manera, intervenir e impedir la aprobación de la ley propuesta por la oposición. Héctor Rodríguez habría pedido que se incluyera en el debate  de cada uno de los 27 artículos a 10 oradores. La Junta Directiva se apegó al Reglamento de Interior y Debates y permitieron tres diputados por artículo. De lo contrario, solo los de la tolda roja habrían tenido casi 300 intervenciones. Varios de los oficialistas repitieron su intervención, los suplentes también hablaron y algunos como Haimann El Trouddi, debutaron.

Pero que el oficialismo rompiera el quórum al retirarse no fue el único desliz de los diputados opositores en la sesión de este 6 de abril. El diputado Ramón Lobo del Psuv propuso que uno de los títulos de la ley se cambiara de “régimen especial” a “régimen especial mentiroso”, al ser una propuesta debía ser votada por la Cámara. Los de la MUD, distraídos, levantaron la mano a lo que Allup rebatió diciendo “Eso pasa por no estar atentos a los debates. Deben prestar atención”. Los oficialistas rieron y los de la MUD permanecían asombrados.

“El título de propiedad es progreso” y “Llave no, título sí”, se leía en los carteles de algunas personas que pudieron entrar al hemiciclo a apoyar la propuesta. Los diputados de la MUD defendían la titularidad y los oficialistas rechazaban lo que calificaron de una “privatización” del programa social.

Inicialmente, el presidente de la AN, Henry Ramos Allup, había trazado un lapso de dos horas para sancionar la norma jurídica. Una vez agotado el tiempo, pidió a la cámara votar para que se debatiera hasta agotar la materia. La mayoría decidió que continuara la discusión.

El diputado Ismael León, miembro de la bancada de la MUD, criticó que un exministro, ahora diputado, había puesto a trabajar a su esposa, a su cuñada y hasta a su hija en varios despachos de la cartera que dirigía. No dijo nombres, pero Ricardo Molina, café en mano, se paró frente a León y comenzó a gritarle. Más atrás, los parlamentarios de la bancada roja, Elías Jaua, Héctor Rodríguez, Nora Delgado, Edwin Rojas y Ramón Lobo lo acompañaron.

RICARDO MOLINA2

El diputado Molina pidió un derecho a réplica por sentirse aludido. “Usted (a Ismael León) es un misógino, que cree que atacando mujeres es más hombre. Quiere ensuciar el nombre de mi hija, pero por mi familia me puedo desligar de la inmunidad parlamentaria”. Varios diputados debieron intervenir para que la situación no se fuera a las manos.

Cuando iban más allá de la mitad de los artículos que contempla la ley, varios de los diputados de la MUD se habían retirado. Ante la ausencia, los diputados oficialistas salieron del hemiciclo y Héctor Rodríguez pidió que se verificara nominalmente a los presentes. Solo había 78 de los 109 que integran la bancada “Venezuela Unida”.

Ramos Allup, visiblemente molesto, levantó la sesión y el debate continuará este jueves 7 de abril, después de la comparecencia del contralor general, Manuel Galindo.

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