A diferencia de las cadenas privadas, en los locales de Farmapatria, la red de farmacias impulsada por el Gobierno Nacional, no es necesario hacer largas colas o verificar la identidad a través de las máquinas captahuellas; pero no siempre se consigue el medicamento que se busca. Efecto Cocuyo constató que la escasez de medicamentos, en estos establecimientos, persiste desde principios de este año.

En febrero y marzo de este año se realizaron dos recorridos por cuatro locales de la red. En esa oportunidad no se halló una lista de medicamentos en estos establecimientos, donde desde 2012 fueron inaugurados para ofertar medicinas con descuentos entre 30% y 40%.

En la página web de Farmapatria, ya no se especifica, como se hacía en febrero de este año, las direcciones de las farmacias asociadas a la red. Solo se enuncia la sede principal ubicada en el edificio anexo al Instituto Venezolano de Seguros Sociales en el centro de Caracas.

Siete meses luego del segundo recorrido, Efecto Cocuyo volvió este jueves, 29 de octubre, a las Farmapatria de Ipasme, Avenida Panteón, Parque Central y Sabana Grande.

Farmapatria-Ipasme
Farmapatria-Ipasme

La tienda ubicada en el Ipasme, en la esquina Sagrado Corazón de Jesús, tiene siete pasillos y desde el mostrador se pueden observar estantes donde se exhiben diversos productos: jarabe para la tos, Tantum,  remedios a base de sábila, entre otros. A pesar de estar, aparentemente abastecidos, los vendedores suelen aconsejar a los clientes, que no consiguen lo que buscan, que vayan al Farmatodo que está unas cuadras más arriba.

Al ser consultado por una lista de medicamentos, un vendedor, que prefirió no ser identificado, dijo: “Hay algunos medicamentos que no tenemos. Pero sí tenemos que ofrecer. Generalmente si no tenemos uno, tenemos el genérico”. Mientras se realizó la consulta al vendedor, entraron seis clientes al lugar. Solo uno consiguió lo estaba buscando: Sinogan de 100 mg.

Farmapatria - Avenida Panteón
Farmapatria – Avenida Panteón

Dentro del Pdval de la avenida Panteón hay una pequeña Farmapatria. Para poder ingresar, si se quiere comprar comida, hay que hacer una cola que se extiende por más de cuatro cuadras. Si se va a la farmacia, se debe dejar la cédula de identidad con el personal de seguridad en la puerta. A pesar de que el oficial tenía más de 50 cédulas en la mano, una vez dentro no había ni un cliente en la farmacia.

“Aquí lo que más hay es antigripales y remedios de sábila. Aunque nos dijeron que en unos días nos llegan más medicamentos”, dijo una de las tres empleadas del local que se encontraban sentadas mientras observaban a las más de 180 personas que hacían cola en las seis cajas disponibles para comprar productos de la cesta básica a precio regulado.

“Dígame de una vez qué es lo que viene a comprar”, dijo tajante la misma vendedora luego de decir “No hay” ante la consulta de 19 medicamentos, de los 21 de la siguiente lista:

Farmapatria (1)

En el nivel Bolívar de Parque Central, justo al lado del Abasto Bicentenario, hay otro local de la red. Allí la situación mejoró un poco respecto de la tienda de la avenida Panteón. Sin embargo, los insumos médicos básicos de la lista como: guantes quirúrgicos, acetaminofén, inyectadoras, suero, curitas, Lafarcaína o aspirina no se consiguen.

Farmapatria - Parque Central
Farmapatria – Parque Central

Los cuatro estantes de la farmacia se encuentran más cerca del mostrador, lo que permitió constatar el abastecimiento de: Duvaquin, Tantum, Alivet, Fleet, Epax, Festal, Lopran y antialérgicos. Mientras se realizó la consulta llegaron  cinco personas al lugar:  cuatro buscaban acetaminofén y una, Carolina Martínez, preguntó por Arava.

“A veces consigo los medicamentos que necesito, a veces no. Arava es lo que más me cuesta encontrar. Pero cuando lo consigo siempre compro varias cajas, porque en estos locales es más barato”, dijo Martínez. El Arava de 20 mg cuesta Bs 806, 37; mientras que en el Farmahorro del centro comercial Sambil cuesta Bs 1.029.

Farmapatria - Plaza Venezuela
Farmapatria – Plaza Venezuela

Fuera del municipio Libertador, hay menos locales de la red. Uno ubicado en Plaza Venezuela, que de acuerdo con los empleados del Abasto Bicentenario, tiene un letrero  en la puerta desde hace dos meses que notifica que se abrirá proximamente. Hay otro en Sabana Grande y un tercero en Los Cortijos.

En el centro comercial comunal Manuelita Sáenz, ubicado al final del boulevard  de Sabana Grande, hay un pequeño local de la red Farmapatria. Una de las dos vendedoras explicó que “cada 15 días nos llegan los pedidos. Si la gente no consigue lo que está buscando, le decimos que se venga en unas semanas que seguro hay. Siempre tenemos algo que ofrecerle a la gente, aunque haya una que otra medicina que no se consiga”. Al ser consultada por las medicinas que no se encontraban prefirió no responder.

El presidente de la red, Freddy Arenas, explicó en una entrevista concedida a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), en junio de este año, que Farmapatria disponía de los 7.000 medicamentos que circulan en el mercado nacional.

“Lo que pasa es que no los tenemos todos en una sola farmacia, como no los tiene ninguna farmacia comercial del sector privado en el país, ninguna en Venezuela, ¿Y por qué? Por estrategias de mercado, porque unos rotan, otros no. Tenemos un modelo de inventario inicial, pero de acuerdo con la ubicación y los estudios de mercadeo van cambiando la cantidad y tipo de medicamentos con que se va a dotar ese establecimiento”, explicó Arenas.

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