Efecto Cocuyo /@EfectoCocuyo Cientos de personas tiradas por el suelo, engrosando una interminable cola o resguardadas de la lluvia donde mejor pueden, esperan salir del aeropuerto de Katmandú tras el terremoto de 7,8 grados que devastó parte de Nepal el pasado sábado 25 de abril y dejó más de 4.430 muertos. Tiendas de campaña en los jardines ante la entrada, trasiego de oficiales de embajadas extranjeras, voluntarios y soldados se mezclan en el aeropuerto Tribhuvan de la capital nepalí, golpeado por el sismo y completamente saturado de tráfico aéreo en las últimas horas. Los paneles de salidas y llegadas muestran cancelaciones y retrasos, casi todos los vuelos que salen lo hacen a países cercanos: la India, Malasia, Tailandia, China. Sin embargo, en el aeropuerto es prácticamente imposible conseguir información oficial, y la policía asegura que la Autoridad de Aviación Civil no tiene a nadie para hablar con Efe. Sulochana Somal, una joven de 27 años que lleva tres días esperando en el aeródromo con su marido e hijo, sólo quiere volver a la India, su país de origen, como el de muchos otros ciudadanos que aguardan allí. “Escuchamos que el Gobierno indio estaba proporcionando billetes, pero no hemos conseguido nada”, dijo. La también india Lalit Agrawal indicó que hay “demasiados” ciudadanos de su país viviendo en Nepal y por ello es difícil sacarlos a todos. “Otro problema es que el aeropuerto es muy pequeño. Estamos durmiendo aquí fuera todas estas noches”, dijo. Los que viven lejos han tenido que buscarse la forma de conseguir pasaje, como el australiano Bryan Ponsaol, que logró conversar con su familia en Melburne y después de dos días vuela este martes 28 de abril a casa. “Vinimos aquí al día siguiente del terremoto, pero no conseguimos entrar. Había una cola enorme y oí que incluso dentro las ventanillas estaban cerradas”, explicó. Junto al resto de amigos con los que viajaba Ponsaol ha suspendido un viaje que realizaba por Asia y sólo quiere volver a casa. Nepal fue golpeado el sábado por un terremoto de 7,8 grados que deja un balance de muertos que supera ya los 4.430 muertos y una cifra de heridos que pasa de los 7.000. El terremoto del sábado ha sido el de mayor magnitud registrado en Nepal en 80 años, y el peor que ha vivido la región en una década desde que en 2005 un movimiento telúrico causara una tragedia de grandes dimensiones en la Cachemira, con un balance de más de 84.000 muertos. EFE]]>

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