Afuera de las residencias Livia Gouverneur, en Plaza Venezuela, el alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez, aseguró que manifestantes de oposición intentaron incendiar el edificio, con más de 100 estudiantes adentro.
El burgomaestre argumentó que no le dieron permiso a la movilización de la Mesa de la Unidad Democrática para que transitara hacia el centro de la ciudad, precisamente para evitar que se generaran acciones violentas de este tipo.
“Por esto, los violentos no podían ir al centro de la ciudad, destrozaron el segundo y tercer piso de la residencia, rociaron con gasolina todo el perímetro; gracias a la Guardia Nacional Bolivariana que impidió una grave tragedia”, aseveró.
El alcalde agregó que quienes violentaron las residencias “estaban equipados” con chalecos antibalas y armamento. “Sabían a qué venían porque se dirigieron directamente a la residencia”, dijo.
Sobre las afirmaciones que hicieran Henry Ramos Allup y Henrique Capriles Radonski acerca de la actitud pacífica que mantuvo la marcha de este miércoles y la complicidad del gobierno con infiltrados que agredieron a algunos funcionarios, Rodríguez aseguró que los dirigentes políticos intentan “ocultar la verdad” y que el ministro Gustavo González López ofrecería un balance en las próximas horas de lo ocurrido.
En la fachada de la residencia se observaban vidrios rotos en algunas de las ventanas.
Una mentira dicha mil veces nunca se convertirá en verdad cuando proviene de la boca de un sujeto como Jorge Rodríguez, aun cuando lo diga en cadena nacional y lo comuniquen en todos los medios que tienen secuestrados. Las personas «estudiantes o no» que estaban en los balcones de la supuesta residencia estudiantil, al principio estaban lanzando arengas políticas en favor del régimen, luego entraron en acción al lanzar objetos contra los manifestantes desde la azotea y posteriormente desde balcones y ventanas. Algunos manifestantes respondieron con los mismos objetos que los santos revolucionarios les habían lanzado previamente.