El precio del crudo venezolano se desplomó esta semana a 39,62 dólares por barril, el peor resultado desde marzo del año 2009.

El Ministerio de Petróleo y Minería indicó en su reporte que las cotizaciones del hidrocarburo siguieron bajando afectadas “principalmente por las dudas sobre el desenvolvimiento de las economías de China y Japón, así como el exceso de oferta global”.

El precio promedio de la semana representa una caída de 4,3% respecto del resultado previo, de 41,40 dólares por barril en que se cotizaba entre el 10 y el 14 de agosto.

Desde que comenzó la depresión en los mercados petroleros, en junio del año pasado, el precio de la cesta venezolana ha bajado 60%. Durante el último año el Gobierno venezolano ha hecho esfuerzos por convencer a los socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) sobre la necesidad de tomar medidas, pero sin éxito.

La semana pasada, en un nuevo intento, el presidente Nicolás Maduro propuso una reunión especial del cartel petrolero para tomar medidas que reviertan el descenso de los precios. Este jueves, 20 de agosto, una comitiva de Ecuador, uno de los socios más pequeños de la Opep, se llevó la propuesta venezolana de una estrategia para ayudar a detener la situación.

Cuentas apretadas

El Presupuesto Nacional 2015 fue calculado con base en un ingreso de 60 dólares por barril petrolero, más de 20 dólares arriba del nivel que registra actualmente, lo que pone en aprietos las cuentas fiscales. Ya las reservas internacionales muestran señales de la debilidad financiera: en lo que va de año han caído 23,2% desde los 22.080 millones de dólares que registraban a fines del año pasado hasta los 16.958 millones de dólares en que se ubicaban al cierre del 19 de agosto. Las reservas internacionales son la fuente que garantiza las importaciones de productos para el país y el pago de los compromisos por deuda externa.

Firmas internacionales, como Deutsche Bank, han afirmado que por este año no hay riesgos, pero que para 2016 las posibilidades de cesación de pagos o de default son claras ante la falta de medidas económicas por parte del Gobierno de Nicolás Maduro. “La brecha financiera simplemente sería demasiado grande como para llenar y es probable que las distorsiones evolucionen a un nivel más peligroso”, indicó la firma en un reporte publicado en junio pasado.

A lo interno hay una impresión similar entre los analistas locales. La firma Econométrica, por ejemplo, está convencida de que la única opción que tiene el Gobierno venezolano es desmontar el control de cambio y acudir al Fondo Monetario Internacional para negociar un préstamo. Por su parte, Ecoanalítica lleva desde mucho antes de que los precios llegaran al nivel actual alertando que la capacidad fiscal está gravemente comprometida y que debe sincerarse el tema cambiario.

Por los momentos, la estrategia del Ejecutivo se ha centrado en recortar las importaciones, agudizando la escasez de bienes en el país. Al cierre del año pasado, ante la caída de ingresos petroleros por la baja de los precios, el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) redujo en 31,8% las divisas autorizadas por las importaciones.

Los datos oficiales del Ministerio de Finanzas indican que en todo 2014 se autorizaron 14.410 millones de dólares para importar productos. De este año no se conocen detalles sobre las aprobaciones de divisas, ni siquiera el monto del tope de dólares que se prevé gastar en 2015.

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