Las nuevas regulaciones gubernamentales impuestas a las panaderías no representan en realidad el mayor de sus problemas, afirman panaderos consultados en Caracas. Obtener lo suficiente de las ventas para cubrir el pago de la nómina o que la materia prima alcance para algo más que la producción de pan regulado son algunos de los contratiempos que subrayan los afectados.

“La solución no está en decirnos cómo tenemos que vender. Aquí hacemos puro pan, no tenemos ni pasta seca”, dijo Abel Marquins, encargado de la panadería Tutto Deli, ubicada en La Candelaria, y agregó que “como el pan está regulado, la gente no come otra cosa y viven haciendo cola. Ahora nos van a decir cómo tenemos que hacer el pan”.

El vicepresidente de la República aseguró este domingo, 12 de marzo que “la panadería que incumpla con este instructivo va a ser ocupada temporalmente por el Gobierno y va ser entregada a los CLAP”. El encargado de la panadería Los Nietos, ubicada en la avenida Ávila de Altamira, se resigna ante las declaraciones del Ejecutivo.

“¿Qué vamos a hacer si eso es lo que ellos dicen? Pues que vengan; igual aquí no hay nada. Apenas y podemos sacar pan a diario. No porque no haya harina, sino porque todo está muy caro. Solo en pagarle el bono de alimentación a mis empleados se me van más de dos millones de bolívares. Después de pagar eso, no queda mucho con qué producir”, dijo el propietario de este establecimiento, quien prefirió no ser identificado.

Que haya pan canilla desde las 6:00 am; que solo 10% de la harina se use para cachitos, pasteles o tortas, y el 90% para producir pan regulado; que no se intercambien sacos de harina entre panaderos, que una panadería solo puede recibir 300 sacos al mes y que siempre quede pan para el día siguiente; fueron las regulaciones anunciadas por el Vicepresidente.

A estas restricciones se suma que el precio del pan salado se mantiene fijo. “A Bs. 130 la canilla, Bs. 250 el francés, Bs. 300 el sobado y Bs. 600 el campesino”, se lee en un papel pegado afuera de la panadería Don Pan, ubicada en Bellas Artes, donde dos guardias nacionales organizan la cola que se forma al menos tres veces al día, cuando sale el pan.

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Panadería Don Pan de Bellas Artes

En la panadería Bakery Deli, ubicada a unas cuadras de la estación de Metro de Bellas Artes, el pan sale aproximadamente cada hora. “Por falta de harina, solo sacamos pan salado, a Bs. 250 cada uno y solo dos por persona”, indicaba un vendedor del lugar, quien reparte 150 números cada vez que sale el pan a quienes hacen la cola.

Panadería Bakery Deli
Panadería Bakery Deli

María Jiménez, vecina de la zona y quien compra regularmente pan en la Bakery Deli, aseguró a Efecto Cocuyo que con las nuevas regulaciones “probablemente se les haga más complicado vender, porque con el pan regulado ellos no ganan nada. Hay que ser más conscientes”.

Consecomercio fijó postura frente a las regulaciones. La presidenta de la organización, Cipriana Ramos, aseguró que lo que puede suceder es que las panaderías tengan el mismo destino que las Areperas Venezuela, que se anunciaron con mucha pompa y terminaron quebradas. Agregó que si se destina 90% de la harina para hacer pan canilla, se está condenando a las panaderías a cerrar por producir a pérdida.

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