El sector comercial se siente preocupado por la cantidad santamarías abajo. El comienzo del Gobierno del presidente Nicolás Maduro no arrojó buenos resultados, pues, según números del Instituto Nacional de Estadística (INE), en julio de 2013 había 470 mil 850 comercios; un año después en 2014 se registraron 394 mil, lo que representa un descenso de 76 mil 850 negocios.

Estos números fueron emitidos por la directiva de Consecomercio, que este martes 30 de junio detalló que en los últimos dos años han cerrado 150 mil empresas comerciales. Al comparar esta cifra con la recesión entre 2013 y 2014, se evidencia que durante este período 49% de los empresarios tuvieron que cerrar.

Las razones son varias, pero Diana Mayoral, tesorera de Consecomercio, manifestó que el problema es estructural. Lo primero que azota a los comerciantes es la inseguridad. Negocios asaltados, comerciantes asesinados, han empujado al sector a gastar mucho más dinero del previsto en medidas y sistemas de seguridad, entre ellas cerrar más temprano de lo que antes lo hacían; implica menos nivel de ganancia, explicó.

Por otro lado, los controles impuestos por el Gobierno nacional hacen casi imposible que cada empresario cumpla al mismo tiempo con más de 33 leyes que regulan la actividad.

Más de 40 impuestos parafiscales también afectan el desempeño de las finanzas empresariales, problema que se suma a la deficiencia de servicios públicos básicos que resultan en una desmejora para la prestación de servicios y consumo.

Mayoral amplía que la intermitencia del servicio eléctrico, las interrupciones del internet o la falta de conexión con los sistemas bancarios colman la paciencia de quienes mantienen un negocio en el país.

Pese a estas cifras, Consecomercio maneja pocos números certeros del balance del primer semestre de 2015. Explican que sin indicadores oficiales del Banco Central de Venezuela (BCV) es difícil hacer resúmenes y proyecciones.

Darle a la lengua con causa

Al parecer no hay impedimentos para que Consecomecio se una al diálogo convocado por Maduro con los empresarios. Sin embargo, Cipriana Ramos, presidenta de la organización, aclara que el proceso debe ser transparente y con reglas claras, pues ya tienen la experiencia de los encuentros del año pasado que, a su consideración, no frenaron la crisis que se vive en la actualidad.

El punto bandera de este sector será la exigencia para que el Gobierno apruebe las divisas necesarias al sector industrial para importar materia prima y producir en el país. “Esto nos beneficia directamente a nosotros porque nos garantiza abastecimiento”, sostuvo Ramos.

Además no dejó atrás la recomendación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de que el Gobierno venezolano debería conformar una tripartita entre ellos, empresarios y trabajadores, para trabajar en conjunto por la economía del país.

A Maduro le pasaron tarjeta

El presidente de Fedecámaras, Jorge Roig, invitó al Jefe de Estado a la Asamblea Anual del gremio que realizará entre el 16 y 17 de julio en Barquisimeto.

“Esta mañana (martes 30 de junio)  enviamos las cartas para invitar al presidente Maduro a la Asamblea Anual… Si tienen tantas ganas de conversar con los empresarios, invitarlo sería extraordinario para podernos escuchar”, dijo Roig en Unión Radio.

El representante de los empresarios cree que hay que retomar la confianza con las reglas de juego claras. “Te cambian las reglas del juego, el Gobierno tiene poca credibilidad, el presidente Maduro debe ser creíble y los anuncios que haga deben ser cumplibles”, agregó.

Cipriana Ramos, de Consecomercio, recordó que en otros gobiernos los presidentes veían la Asamblea de Fedecámaras como una oportunidad para dialogar y estrechar lazos con los empresarios.

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