Colombia se visitó de amarillo y París de tricolor. La carrera ciclística más importante del mundo quedó en manos de Colombia con el triunfo de Egan Bernal este domingo, 28 de julio, en la edición 106 del Tour de France, la primera vez que un corredor latinoamericano lo alcanza. Se logró el sueño amarillo.

El joven corredor de 22 años de edad, perteneciente a la plantilla del Ineos, demostró nuevamente que se debe ser fuerte en la montaña para llevarse el Tour y, como es característico de los escarabajos -como se conoce a los ciclistas colombianos por su capacidad en las escaladas- Bernal dominó los Alpes franceses en las últimas etapas de subida. Llegó a París, al paseo triunfal, con la camiseta amarilla de líder y se confirmó lo que todo su país celebraba desde un día antes.

Le bastó 1 minuto con 11 segundos sobre su compañero de equipo, el británico Geraint Thomas y 1 minuto 31 segundos sobre el holandés  Steven Kruijswijk, para coronarse campeón, en los 3 mil 365 kilómetros de carrera que finalizó en 82 horas y 57 minutos, en las 21 etapas.

Además, se convirtió en el tercer corredor fuera de Europa en llevarse la carrera más grande del ciclismo, luego del estadounidense Greg LeMond en 1986 y el australiano Cadel Evans en 2011.

Pero el joven de Zipaquirá – a las afueras de Bogotá– aún no se cree la hazaña que tiene en sus manos. Repitió una y otra vez, desde que se adueñó del liderato de la carrera en la etapa 19 -26 de julio- hasta su coronación este domingo, que necesitará unos días para asimilar el triunfo, porque para él, aún es un sueño.

“Es increíble. No se qué decir. Ya gané el Tour y sigo sin creerlo, necesito un par de días”, comentó Bernal a la prensa, al culminar la última etapa, luego de 22 días de carrera.

La última etapa de la gran vuelta francesa, que llegó a los Campos Elíseos, empezó más tarde que el resto. La última jornada terminó pasadas las 9:00 pm y la noche parisina brilló al ritmo de las notas del himno del país andino, junto con las voces de miles de colombianos, frente al campeón y el trofeo.

“Gracias Colombia, porque este Tour es más de ustedes que mío”, alcanzó a decir Bernal al subir al podium, entre sus breves declaraciones, que se ahogaban en los nervios y la emoción que vivía.

Junto con la camiseta amarilla, Bernal también se alzó con la camisa blanca, que representa al mejor corredor joven de la carrera (menores de 25 años). Mientras que el eslovaco Peter Sagan resultó por séptima vez, la mayor en la historia de la competencia, ganador de la camisa verde (de los puntos) y el francés Romain Bardet con la camiseta de lunares rojos, como el mejor escalador de montaña.

En esta edición del Tour de France participaron cuatro colombianos, de los cuales otros dos, junto a Bernal, terminaron entre los 10 primeros: Rigoberto Urán (séptimo) y Nairo Quintana (octavo), quien además se llevó la victoria en la etapa 18.

Sin embargo, la carrera por el anhelado amarillo no fue fácil para el ciclismo colombiano, el más importante de latinoamérica y de los mejores posicionados en el mundo. El Tour de France les sería esquivo por más de cuatro décadas a Colombia, luego de alcanzar las máximas glorias en el Giro de Italia y la Vuelta España -las otras dos carreras ciclísticas más importantes- lucharían por algo que llamaron el sueño amarillo.

Desde la primera participación de un escarabajo en la gran vuelta francesa: Martín Emilio “Cochise” Rodríguez, en 1975, los colombianos comenzaban a soñar. El país andino tendría su primera representación de un equipo de su tierra en 1983 con el Colombia-Pilas Varta.

La afición colombiana comenzaba a soñar con los grandes hazañas que iniciaron a celebrar con el primer triunfo de etapa de Luis “Lucho” Herrera en la mítica escalada al Alpe d’Huez en 1984. Hasta esta edición de 2019, Colombia acumula un total de 21 victorias de etapas.

Sería en 1988 cuando un colombiano subiría al podio del Tour de France, con el tercer lugar de Fabio Parra. Esperarían 25 años para celebrar otro podio, con el subcampeonato de Nairo Quintana en 2013.

Con Nairo los colombianos volvieron a soñar con el amarillo. Esperaban que el nacido en Boyacá llevara el trofeo a casa. Pero, aunque lo intentó y consiguió otros dos podios (segundo en 2015 y tercero en 2016) la lucha por el amarillo parecía incierta, hasta la destaca actuación de Bernal.

En principio, Bernal llegó a este Tour con menores aspiraciones, al trabajar como gregario de su compañero Thomas, quien se habría llevado el campeonato en 2018. Sin embargo, ante las flaquezas del británico, Bernal tomó las riendas en la montaña, donde demostró estar fuera de lote.

Colombia es tierra de ciclistas y celebra otro triunfo. En sus palmarés cuentan con un Giro de Italia (2014, por Nairo Quintana) y dos Vuelta a España (1987 por Lucho Herrera y 2016 por Nairo Quintana).

 Otra decepción para Francia

Con los resultados de este Tour, son 34 años de sequía para el ciclismo francés en su propio evento, desde el último triunfo del local Bernard Hinault, en 1985. Y, aunque en esta edición 106 los corredores franceses parecían por fin lograrlo, no aguantaron con la tercera semana de carrera.

Julian Alaphilippe, el francés del Deceuninck-Quick-Step, vistió de líder durante 14 días de carrera. Sin embargo, el que parecía la ilusión del ciclismo francés, finalizó en la quinta plaza a cuatro minutos cinco segundos de Bernal, al ceder tiempo en las últimas escaladas de la carrera. También se quedó con el premio del ciclista más combativo de la carrera.

Mientras, que la otra ficha local que lucía bien las etapas de montaña, Thibaut Pinot, abandonó en la jornada 19 por problemas musculares.

La victoria de Bernal también significó una continua racha de triunfos en la vuelta francesa para el Ineos (antes Team Sky), que han ganado siete de los últimos ocho Tour de France. Además, es la segunda vez que este equipo británico consigue ganar el primer y segundo puesto, después de lo hecho por Bradley Wiggins y Chris Froome en 2012.

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Fotos: Efe.

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